Ya estamos en la recta final de las campañas electorales, y cómo todos sabemos, las promesas no se hacen esperar en la búsqueda del tan ansiado voto.
Y es que hemos escuchado una serie de promesas, que sinceramente suenan descabelladas, o simplemente imposibles. Por ejemplo “La amiga Ruth”, candidata a la presidencia de Guanajuato por Acción Nacional, le prometió su fiesta de XV años a Alondra (la chica que se llevó por error la Interpol), con chambelanes y toda la cosa, y a la mera hora simplemente se echó para atrás, argumentando que se dejó llevar “por el calor del momento”.
Pero ese es solamente un ejemplo, hay cientos y cientos: Unos prometen bajar las tarifas el transporte público, quitar las casetas de cuota, reducir su sueldo hasta en un cincuenta por ciento, someterse a detectores de mentiras, convertir a Silao en una ciudad parecida a Detroit, bajar impuestos, aumentar el salario mínimo, quitar las cuotas en las escuelas, mejorar los sueldos de los policías, vales de despensa. Es una temporada, en donde todos somos amigos… ¿qué digo? ¿amigos? ¡¡hermanos!!!. Siempre sonriendo, todo es felicidad, y entre más cámaras de la prensa haya, más caras felices nos encontramos. Saludando fuertemente y con la izquierda sujetando el brazo. Una temporada en donde todo se puede, donde ¡si se puede, si se puede!, ¡ya ganamos!, ¡ya ganamos!.
Un momento en el que “el cambio verdadero” llega. En el que “somos la mejor opción”, “porque te mereces lo mejor”, “con tu apoyo”, “con tu ayuda”, “juntos”, “de la mano”, “hombro con hombro”, “propuestas e iniciativa”.
Pero el que se voló la barda, fue un candidato de Yuriria quien prometió ¡hipopótamos!. Así como lo leyeron, hipopótamos que para que se coman el lirio del lago de la ciudad.
Por eso, bien dicen que el prometer no empobrece… y recordando a otro candidato en los años 90, que prometía el puente donde ni siquiera había río. Y lo que era peor…que tendrían agua eléctrica y luz potable…. el dar es lo que aniquila.
Annie, I am glad that you blog honestly about your health. As someone who has struggled with Chronic Fatigue and other chronic health issues, it is good to know I am not alone. Also, it makes these issues less invisible. Another important part to me is to see that even the creative folks that I look up to have up days and down days. It makes creative work seem more accesible, not like a superpower that some folks have.Thanks for listening to me rablem,Susan