Irapuato, Guanajuato. (Notus Noticias).- Hace algunas horas impactó en el ámbito futbolístico local la muerte del que fuera por muchos años el pastor de la Liga Irapuatense de Futbol Amateur (LIFA), Rogelio Villafaña. Esta agrupación deportiva considerada entre las más importantes del Estado de Guanajuato y a nivel Nacional, fue conducida por Rogelio con mucho tacto para mantenerle en ese lugar de privilegio, pero Dios lo llamó a su lado. ¡Descanse en paz!.
A través del deporte Rogelio supo ganarse la amistad de la gente de futbol, pero en otros terrenos de su vida supo hacer amigos. Dicen que cuando la gente se muere después se habla bien de ellos, pero la realidad es que se habla de la persona por sus acciones que deja como recuerdo y por los que nunca morirá como es el caso de Rogelio Villafaña.
Como directivo supo llevar las cosas con armonía, fue buen padre de familia y amigo. Por eso su muerte vino a causar consternación entre la comunidad futbolística de Irapuato.
Rogelio tenía un gusto grande por el futbol, ya como adulto mayor seguía jugando disfrutando este deporte y conviviendo con los amigos fuera de su trabajo. Pero siempre pensando en darle a la LIFA esa jerarquía de liga de categoría que la ha distinguido hasta la fecha de las demás.
Hoy la Liga Irapuatense, ya no contará con su líder, solo quedará en esas oficinas el recuerdo del amigo Rogelio Villafaña.
En esa agrupación futbolera también estuvo como Presidente Bernardo Nájera Segoviano (q.e.p.d.), quien sigue siendo recordado tras su paso en esa directiva y ahora se nos adelanta Rogelio Villafaña quien deja como legado en el deporte fresero una historia como Presidente de la Liga Irapuatense de Futbol Amateur.
Vuelve la alegría a los campos de futbol Amateur de la L.I.F.A