“Dame el dinero o la mato”: Adriana cuenta su historia

Tras un retiro de dinero en el banco, Adriana y su jefe fueron víctimas de un asalto a mano armada

Irapuato, Guanajuato.- Fue un día de septiembre del 2017, cuando Adriana salió con su jefe de la oficina para ir al banco y realizar un retiro de dinero en la sucursal de Bancomer ubicada sobre avenida Solidaridad. Jamás imaginó que de regreso y en la puerta de su trabajo hombres armados les apuntarían con una pistola en la cabeza para despojarlos de sus pertenencias. 

Después de unos minutos en que el sistema del banco se encontraba caído, Alfonso, jefe de Adriana pudo realizar su retiro de 100 mil pesos en efectivo de unas de las cajas y posteriormente subir al auto que dejaron estacionado sobre la avenida. 

Sin notar nada sospechoso, Adriana y Alfonso abordaron el auto y se dirigieron de regreso hacia su oficina ubicada en un fraccionamiento privado al norte de la ciudad. 

“Durante el trascurso sólo íbamos platicando, jamás imaginamos que alguien nos venía siguiendo ni yo me percaté que me venían siguiendo, íbamos distraídos en la plática, nada más de regreso al a oficina”, aproximadamente 7 minutos. 

Cuando entraron al fraccionamiento y estacionaron el auto justo afuera de la oficina, Adriana notó que un auto se frenó repentinamente detrás de ellos y luego a un costado del copiloto donde iba ella.

“Abren la puerta de ellos del piloto, la abre, se baja una persona y me abre la puerta y le empieza a decir (a Alfonso) –dame el dinero—pero mientras nos estaba diciendo nos apuntaba a los dos”, narró Adriana. 

“Exactamente los asaltantes sabían dónde traíamos el dinero y seguían apuntando, le decía –dame el dinero o la mato—“, agregó. 

Hasta que Alfonso les hizo entrega de una mochila tipo mariconera que era donde guardó el dinero que había retirado hacía unos minutos del banco, les quitaron la llave del auto, una ipad, les arrebató un iPhone 7 y un celular más. 

“Nada más estaba viendo que me estaba apuntando, obviamente te quedas en shock, lo único que piensas en ese momento es cómo me va a matar, si me va a disparar en la cabeza o le convengo muerta o nos va a disparar en la pierna para no seguirlos o yo de plano sí pensé que nos iba  a disparar a los dos”, externó. 

Justo en el momento del atraco, el velador de la colonia fue testigo de los hechos, aunque no pudo reaccionar y los asaltantes se dieron rápidamente a la fuga. 

Ya cuando bajé del coche fue cuando exploté, empecé a llorar pero ya después de todo el rollo”, expresó Adriana. 

Adriana sólo vio el perfil del rostro de su asaltante ya que no andaba encapuchado, sin embargo el miedo y la tensión de momento no recuerda más características de sus asaltantes, así como del auto en el que viajaban los delincuentes sólo recuerda que era color gris oscuro modelo reciente. 

Tras su experiencia, Adriana ha cambiado algunos aspectos en su vida, es más cercana y cariñosa con su familia, además trata de ser precavida y avisar dónde y con quién está. 

La denuncia del robo se levantó ante el Ministerio Público, sin embargo a casi dos años de los hechos nunca se esclareció.

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