Cuerámaro, Guanajuato.- (Por David Saucedo) Dramáticas imágenes, un reconocimiento al valor y arrojo de los colectivos por continuar con la búsqueda de personas desaparecidas.
Esa región es dominada desde hace tiempo por el CJNG. Las policías municipales de Manuel Doblado, Cuerámaro y Romita están a su servicio. En ranchos y fincas de la zona se tortura y asesina a narcos rivales. Hay narcofosas en toda esa región, con personas asesinadas por el Cártel Jalisco.
Las autoridades estatales y federales realizan pocos operativos en esos municipios ya que se encuentran en “paz” y en calma. Es decir, como hay un solo cártel dominante la tasa de homicidios se mantiene muy por debajo de lo que se aprecia en otros municipios. En los hechos, son los jaliscienses quienes están a cargo de la seguridad publica.
Romita, Cuerámaro y Manuel Doblado conforman una zona de amortiguamiento para el CJNG. En esos municipios las células de sicarios se reagrupan, curan sus heridas y se rearman para combatir en otros municipios. Es en los hechos una zona segura para ellos en donde también reclutan a jóvenes para que se incorporen a su organización.
Los trabajos de los colectivos de búsqueda de personas sin duda van en contra de los intereses del CJNG, que pueden secuestrar, controlar a las autoridades locales y matar a voluntad sin nadie que los incomode.
Las buscadoras corren un peligro real al internarse en esa zona. La mayoría de las narcofosas que se han descubierto hasta el momento (Acámbaro, Irapuato, Cortazar Salvatierra, etc), son del Cártel de Santa Rosa de Lima.
Pero investigar las narcofosas del CJNG tiene un riesgo adicional, ya que gozan de dos anillos de protección. El de los narcos y el de las policías municipales.
Las buscadoras necesitan de todo el apoyo y protección posibles.