En el caso particular del cáncer de mama, la mejor herramienta para combatirlo es conocer tus pechos. Aunque los síntomas son muy variados y no en todos los casos se manifiestan claramente, sí existe una constante: cambios en las mamas.
La mejor forma de detectar cualquier cambio es conociendo tus senos, y eso se logra por medio de auto-exploraciones mensuales que deberán empezar a partir de los 20 años. Pero, ¿qué se debe buscar?
Bultos
Este es el síntoma más común del cáncer de mama, sin embargo, la mayoría de los bultos son benignos (no son cáncer).
Los bultos cancerosos suelen ser duros e indoloros, pero también pueden ser blandos o dolorosos. Pueden estar en la mama misma o cerca de la axila.
Inflamación
La inflamación puede presentarse en todo el seno, en parte de ella o en las zonas aledañas (axila, clavícula). La inflamación puede aparecer antes que los bultos.
Engrosamiento y enrojecimiento
Si la piel de tu mama o del pezón se engrosa (como “cáscara de naranja”), se enrojece o se empieza a descamar. Estos síntomas también se presentan en la mastitis (infección de la mama).
Comezón o aumento de la temperatura de la mama
Al igual que los cambios en la piel, también pueden ser síntomas de mastitis o cáncer. Solo un médico podrá diagnosticarte correctamente.
Inversión del pezón
La punta del pezón puede “invertirse” y hundirse en tu pecho.
Secreciones
Si tu pecho secreta algún líquido que no sea leche. Las secreciones son causadas por varias cosas, pero pueden ser cáncer si incluyen sangre.
Dolor
Algunos tipos de cáncer de mama provocan dolor, aunque no todos. La mastitis también puede ser dolorosa, además muchas mujeres sienten dolor en sus pechos antes de iniciar su menstruación. Si el dolor es persistente, severo o no está cercano al ciclo menstrual, hay que acudir al médico.
En caso de encontrar alguno de estos síntomas, hay que ir a consulta médica lo antes posible. Usualmente estos síntomas son causados por otros padecimientos menos graves (como quistes o infecciones), así que no temas ir al médico y hacerte los exámenes necesarios para conocer tu diagnóstico.
Además de la auto-exploración, se recomienda que las mujeres mayores de 40 años o con antecedentes familiares de cáncer se hagan una mamografía al año, junto con una revisión médica. Las mamografías pueden detectar el cáncer antes de que aparezca cualquier síntoma.
Recuerda lo más importante: no estás sola, esta lucha de es todos.