Comparsa y gaitas en un Cervantino sin plazas ni banderas

Al anochecer, las calles atiborradas y lugares vacíos en los espectáculos

Guanajuato, Guanajuato.- Para miles de personas, “ir al Cervantino” es ir a la fiesta pagana, no a la cultural. Como sea, miles disfrutaron del Carnaval Veracruzano y de la marcha de gaiteros del Batallón de San Patricio, realizados este fin de semana, para al anochecer llegar a la calle de canto callejero y alcohol furtivo en una edición 53 de Festival con mucha gente en las calles, plazas con contados espectáculos y una recepción sin banderas a visitantes.

Veracruz, estado invitado de honor a la 53 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC), presentó Yolpaki (en náhuatl Corazón alegre), pasacalles que recorrió el sábado 11 de octubre de 2025 la capital guanajuatense. Fue; un desfile de las expresiones tradicionales de las diez regiones, trece pueblos originarios y la comunidad afromexicana que se encuentran en el estado costero.

La actividad celebró el espíritu y la identidad cultural del pueblo veracruzano, con mojigangas, jaraneros, parejas de danzón y un sonido móvil, lo cual será una experiencia única, llena de color, música y tradición.

Presentaron la “Cuadrilla de máscaras”, de Coscomatepec; la “Danza de las guaguas”, la “Danza de los negritos”, un ritual de mujeres bailando al son de guitarra, jarana y violín; la “Danza de los Quetzales”, la “Comparsa afromexicana”, de Almolonga; los “Penquitos” del barrio de Xico, el Carnaval afrodescendiente de Tamiahua (región Huasteca), los carnavales de Huayacocotla y Zacualpan, los huapangos de Chicontepec, en compañía de la danza “Xochipilli”, además de una boda indígena.

Salieron del Jardín Embajadoras y la comparsa recorrió las calles hasta la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas, acompañada por la banda de viento “Tradición de mi Tierra”, de Benito Juárez; la cuadrilla de Xantolo de Tantoyuca, la comparsa de carnaval de Veracruz y el grupo Achaneh, “Diosa del Agua”, del municipio de Zaragoza; además de la banda de viento de Playa Vicente y ocho mujeres de los pueblos mixteco, mixe, chinanteco, mazateco, zapoteco y afromexicano.

Durante el recorrido, el público también apreció la “Danza Xochitlallis”, la “Viejada de Tempoal”, la cuadrilla de payasos de Xico, la danza indígena “Xochicoscatl” de Chicontepec, acompañados del Trío Huasteco, sin olvidar la Banda de Música Panteras, con música veracruzana, y Lluvia de San Juan, con son jarocho tradicional de Chacalapa.

Participaron también los Semilleros Ensamble Comunitario “Cántaros de sol” (son huasteco – Zozocolco de Hidalgo), “Kuitól Tének” (son huasteco – Amatlán) y de Son Jarocho (Los Tuxtlas).

Gaiteros

Otro espectáculo esperado fue la marcha de la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio, la aportación cultural del Reino Unido como país invitado. Fue una minimarcha de Plaza Allende a las escalinatas del teatro Juárez, con un puñado de gaiteros dirigidos por un sonriente Pipe Major.

Fue una escena surrealista de gaiteros por calles que recordaban a las de España e Italia, entre puestos de fritangas, que entre olores regalaron un sonido antiguo de notas sostenidas y vibrantes procedentes de las colinas escocesas.

Música que lo mismo recuerda a guerras que a pasiones, con el remate de percusionistas que daban un toque de mayor alegría. El repertorio mezcló piezas tradicionales de Escocia e Irlanda con marchas que evocaban las batallas del pasado.

La música sonó a historia de México: recordó a los irlandeses del Batallón de San Patricio, quienes desertaron del bando yanqui y lucharon al lado de los mexicanos.

Sin bandera

Al llegar a Guanajuato capital, muchos visitantes notaron que este año no ondean las banderas en la entrada de la ciudad ni en la tradicional Plaza de las Ranas, durante el Festival Internacional Cervantino.

Resulta que por disposición de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ordenaron al gobierno municipal no instalar las banderas de los países invitados “para mantener una postura de neutralidad y respeto internacional”, ante la situación que vive Palestina en su conflicto con Israel. El tema ha generado disgusto al ver una Plaza de las Ranas sin sus banderas y sin los impresionantes espectáculos de antaño.

Las plazas están vacías de programa oficial, pero no de visitantes que deambulan con canto en garganta y cerveza en mano. La fiesta de la cultura es cada vez más criticada; la de la calle sigue vigente y se niega a morir.

 

Back to top button
Periódico Notus
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles. Aquí más información