Irapuato, Guanajuato.- Carlos Aranda Martínez de 53 años de edad, originario de San Luis Potosí y mejor conocido como el “cuate”, es un reconocido y querido árbitro de la ciudad fresera a la cual llego hace aproximadamente 35 años.
El silbante, conoció al amor de su vida, en Irapuato, cuando vino por parte del equipo “Rio Verde” de San Luis Potosí a probarse en la “trinca”, posterior a ello se casó y lo buscaron para ser árbitro, ahí fue cuando comenzó todo.
Más de 30 años en el arbitraje es lo que respalda al “cuate” Aranda, que con mucho amor ha ido sembrando.
“Esto me ha dejado grandes satisfacciones, al principio nos ayudó mucho como familia, nos sacó de muchas necesidades pues mi esposa y yo estudiábamos gastronomía en ese entonces, nos sirvió para ir amortiguando gastos”, externó.
El “cuate” considera que el arbitraje y la cocina son sus mayores pasiones en la vida y agradece a Dios el poder dedicarse a ambas.
El nazareno, externó que en todos los años que lleva como árbitro solo ha recibido dos agresiones, pero también ha defendido y aplicado el reglamento infinidad de ocasiones.
“Son incontables los partidos de los cuales he sido árbitro, aquí en Irapuato fui el iniciador del futbol rápido, cuento con mi tarjetón y llevo muchos partidos a lo largo de mi carrera”; externó.
Uno de los hijos del “Cuate”, ahora está pitando en Estados Unidos y el potosino siente un gran orgullo por todos sus hijos.
“Gran parte de mi edificación personal, ha sido gracias al arbitraje, por eso soy quien soy y me ayudo a salir adelante, le doy gracias a mis compañeros por todo y a las grandes amistades que me han acompañado durante todo este tiempo, Gracias a mi esposa, porque ha sido un apoyo muy importante, la amo al igual que cada uno de mis hijos y nietos”, finalizó.
