
Guanajuato, Guanajuato.- Carlos Carrera, quien pasara de ser joven promesa del cine mexicano contemporáneo a ser uno de sus más importantes exponentes, recibió la Cruz de Plata del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) y la medalla de la filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es un homenaje nacional más que merecido.
Luis Carlos Carrera González nació en la Ciudad de México el 18 de agosto de 1962. Es un director de cine, guionista y animador mexicano, cuatro veces galardonado con el Premio Ariel.
En febrero de 1991 se estrenó en privado la copia 0 de su primer largometraje: “La mujer de Benjamín”, que fuera ganadora de la segunda edición del programa de óperas primas del Centro de Capacitación Cinematográfica, escuela donde hizo sus estudios de cine tras haber estudiado la carrera de ciencias de la comunicación en la Universidad Iberoamericana (UIA). Su estreno mundial fue en el Festival Internacional de Cine de Berlín, en Alemania, en 1991, junto a otras cintas mexicanas para un ciclo nombrado “Panorámica del Cine Mexicano”, mientras que el 29 de agosto se estrena en el circuito comercial mexicano, en salas de la capital del país.
Su segundo trabajo fue “La vida conyugal”, basado en la novela homónima de Sergio Pitol. La película pasó inadvertida para crítica y público, Con el tiempo se le valoraría aunque no se le considera de la calidad de otros trabajos de carrera, quizá faltó dedicación, pues mientras realizaba el filme, Carrera trabajaba en un cortometraje de animación, el cual le pondría en los primeros planos: “El héroe” (1994), cinta donde un hombre intenta detener el suicidio de una joven en el metro. Este producto fílmico fue enviado al Festival de Cannes donde obtuvo la Palma de Oro al mejor cortometraje del certamen, convirtiendo a Carrera en el primer director mexicano en obtener este premio, desde que se le otorgó a María Candelaria en 1946, año en el que todas las cintas presentadas fueron galardonadas. La animación es una de las pasiones del cineasta, pues las hacía desde los doce años de edad.
Su siguiente trabajo fue “Sin remitente”, proyecto al que fue invitado por Jean Pierre Leleu, quien se encontraba al frente de Televicine en el periodo en el que la empresa se enfocó a realizar tanto cintas comerciales como cintas de mucha calidad artística. A pesar de ser un trabajo para una empresa comercial, se nota la mano de Carrera con partes donde los personajes buscan afecto y son solitarios. Este filme resultó exitoso en 1995 y obtuvo varios Arieles, incluidos mejor película y mejor director.
Entre 1995 y 1998 codirigió junto a Ulises Guzmán el cortometraje animado “Malapata” (2000). Carrera, quien además de acompañar en la dirección, elaboró casi todo el storyboard del corto. Sin embargo, debido a sus compromisos como director del largometraje de ficción “Un embrujo”, abandonó el proyecto, y Guzmán tuvo que concluir el corto por su cuenta. El corto fue estrenado en el 2000.
En 1998 filmó “Un embrujo”, a invitación de Bertha Navarro, coproductora de la película junto con Guillermo del Toro, una historia de época protagonizada por Blanca Guerra que obtiene reconocimiento de la crítica, haciéndolo acreedor a su segundo Ariel como mejor director y que fue su primer filme seleccionado como representante mexicano para los premios Óscar, aunque no logró ser nominado.
En 2002 fue invitado por Alfredo Ripstein, con su compañía Alameda Films, para filmar “El crimen del padre Amaro”, adaptación de la novela de José María Eça de Queiroz con guion a cargo del dramaturgo Vicente Leñero, protagonizada por Gael García Bernal y Ana Claudia Talancón. La cinta levantó escándalo entre los sectores conservadores del país, pero por su calidad fue elegida por la Academia Mexicana de Cine como la representante para competir por el Óscar. Fue una de las cinco películas que compitieron por la estatuilla a mejor película extranjera, premio que finalmente recayó en la cinta alemana “En algún lugar de África”. Se mantuvo como la cinta mexicana más taquillera y con mayor número de espectadores hasta 2013, año en el que fue desbancada por “Nosotros los Nobles”.
En 2004 fue asesor creativo para la película animada mexicana Imaginum, de la casa Ánima Estudios, apoyando de manera importante a las diferentes áreas del estudio. Después de este filme, participó con un par de segmentos en largometrajes colectivos: “Cero y van cuatro” (el episodio Barbacoa de chivo) y “Sexo, amor y otras perversiones” (episodio María en el elevador) y realizó otro cortometraje de animación titulado “De raíz”, por el que obtuvo el Ariel en 2004. En 2009, Carrera nuevamente trabajó para Ánima Estudios, participando como consultor creativo en la película “El Agente 00-P2”.
Su más reciente película, “Ana y Bruno” (2018), obtuvo el Premio Quirino al Mejor Largometraje de Animación Iberoamericano en la primera edición de estos galardones que premian el talento iberoamericano. El 10 de octubre de 2022 se estrenó en Azteca 7 la serie “Lotería del crimen”, la cual fue codirigida por Carlos Carrera y Rodrigo Hernández Cruz.
El 2 de octubre de 2023 se estrenó en Azteca Uno la serie “Dra. Lucía, un don extraordinario”, la cual también es codirigida por Carlos Carrera y Raúl Antonio Caballero.
El 25 de octubre de 2022 el director fue homenajeado en el FICM con la entrega de su butaca como símbolo de su gran trayectoria en el cine. Ahora el GIFF le reconoció su talento.
