Irapuato, Guanajuato.- Un hombre de camisa y pantalón, “no parecía delincuente, elegante…” se subió a la ruta del transporte público en la que a diario María de 58 años toma para llevar a su nieto, a entrenar fútbol en la Deportiva Sur por las tardes.
Eran las 6:30 de la tarde aproximadamente, después de salir de un entrenamiento hace un par de meses, María y su nieto de 10 años tomaron la ruta de regreso a casa en la base de camiones que se ubica muy cerca de la Deportiva Sur.
Prácticamente solo era el chófer, su nieto y ella pero antes de arrancar subió un pasajero más.
Un hombre de camisa y pantalón, “bien vestido, no parecía delincuente”, describió María.
Aún no habían llegado ni al primer semáforo después de que la unidad partió, cuando en el cruce del semáforo que se ubica hacia la salida Pueblo Nuevo el hombre se paró a un costado del conductor del camión, estiró la mano y el chofer le entregó billetes de distintas nominaciones y monedas de 10 pesos del tablero. Aunque tampoco alcanzó a observar si cargaba alguna arma.
Descendió y María sólo alcanzó a escuchar que el hombre le dijo “Gracias chofer”.
María palticó que cuando el hombre subió al camión y sin poder asegurar cuáles fueron las palabras de ese hombre, fueron amenazantes para pedirle el dinero.
Pues inmediatamente se sentó como tres asientos atrás del chófer y se puso a hablar en voz alta por celular como para que el chofer “escuchara algo”.
María quien se sentó hasta la parte de atrás fue testigo y afortunadamente sólo eso, pues ir con su nieto y en una situación como esas le provoca inseguridad cada vez que tiene que salir o tomar el camión y con el temor de que la situación se repita contra ellos.