Venezuela
El día de ayer se dio a conocer en el mundo el escandaloso caso de Luis Alfredo González Hernández, también bautizado por las autoridades venezolanas como el “artista antropófago”, se dedicaba a asesinar a sus victimas para luego crear pinturas y lienzos con la sangre y cenizas de sus cuerpos.
Agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), durante una serie de interrogatorios, descubrieron que González, había matado y devorado al dueño de la finca donde se resguardaba, bajo un presunto “servicio funerario”, el cual consistía, según compartió el director de la CIPC, Douglas Rico, en “darle muerte, comer parte del mismo y con su sangre y cenizas hacer pinturas en lienzo”.
El homicidio fue llevado a cabo en un domicilio de la localidad de Barlovento, donde los investigadores forenses encontraron restos óseos y otras pinturas del excéntrico artista, junto con documentos que parecen pertenecer a individuos ajenos a la propiedad.
Ésta pista a llevado a las autoridades a examinar a través de métodos de antropología forense las “obras artísticas” de González, para ver si el ADN coincide con el de ciudadanos reportados como desaparecidos en Venezuela.
Rico ha descrito al asesino como una persona fría y calculadora que podría padecer de varios trastornos psiquiátricos. Además se sospecha que puede tratarse de un asesino en serie, según indiquen las posteriores investigaciones.