Por Juan López Luna
Irapuato, Guanajuato.- Doña Hortensia Moreno, recuerda con tristeza aquél día: “Mi marido Juan Gallegos, mi hijo Sergio y yo vivíamos en los departamentos adjuntos al cine Rialto, en la calle Ramón Corona, y ese día sábado 18 de Agosto, ya estaba muy fuerte el rumor de que las presas La Llave y La Gavia se habían reventado y que podía inundarse Irapuato, yo trabajaba el El Sol de Irapuato y en el juzgado municipal ahí en la presidencia, pero por lo mismo no fuimos a trabajar…
así que fui a casa de mi hija a Ramos Arizpe porque estaba embarazada, me dijo que se iba a ir con sus suegros a la calle Morelos, le ayudé y se fue, luego fui al juzgado a subir papelería a los estantes y regresé a mi casa, estaba haciendo maleta para irme con mi marido pero me puse nerviosa, la tiré y con mi hijo nos fuimos al negocio de Juan en Guerrero, quien medía con una varita lo que podía subir el agua y por si las dudas subimos al primer piso de los departamentos el material de fotografía, pues las autoridades decían que sólo iba a ser como un espejo de agua, o sea un charco…
para el mediodía ya corría el agua en la calle y casi a la 1pm las cosas y personas andaban nadando, recuerdo que en el último viaje que hice ya con el agua a la cintura se me cayeron los pantalones y le grité a cristina, la secretaria para que me ayudara.
Por fortuna un cuarto estaba solo y ahí pusimos unas cobijas para dormir, pues ya no se podía salir. Nos subimos a la azotea y de ahí veíamos como la corriente llevaba animales muertos, muebles etc.,
también recuerdo que en la tarde estaban 2 jóvenes en la esquina de Revolución y Guerrero agarrando todo lo que se salía de una mueblería cercana, ya tenían un buen de cosas, cuando de repente llegó como una ola y se los llevó, nosotros con impotencia vimos cómo los arrastró y nadie teníamos unas cuerdas para ayudarlos, luego poco a poco sólo pudimos ver parte de pelo y desaparecieron…Fue una cosa muy triste y dolorosa para todos”.