Irapuato, Gto.- Por más de ochenta años la familia Venegas ha mantenido está tradición al elaborar los volovanes en olla de barro y pan con frutas, el señor Martín Venegas dijo que el negocio se lo heredero su abuelo el señor Abraham Venegas una negocio que ha ido de generación en generación.
El señor Martín Venegas dijo que desde muy niño se acercaba a ver como elaboraba su abuelo los volovanes y fue desde entonces que nació su gusto por este trabajo que para el más que un negocio es una tradición para Irapuato.
“Recuerdo que desde pequeño mi abuelo Abraham me decía que me acercará para que viera como preparaba los panecillos, rellenos de picadillo y crema, así como las piezas de pan de fruta… lo que para mí es todo un orgullo poder elaboraros y también poder enseñarles ahora a mis hijos y nietos y dejarles como legado esta bonita tradición con sabor a Irapuato”, refirió el señor Martín Venegas.
Los ricos volovanes van rellanos de picadillo y crema, estos luego de su preparación se meten por segundos en la olla de barro y se espolvorean de azúcar, los panes de frutas son otros de los tradicionales que también elaboran que van rellenos de fruta como piña, fresa, etc.
El señor Venegas comentó que sus primeros inicios los iniciaron afuera del templo de la Tercera Orden y luego se recorrieron a un costado del templo El Convento y Plaza del Artista, ahora con esta remodelación de la Plaza Principal se encuentran ubicados afuera del parabus de Ramón Corona esquina con calle Pípila.
“ Una de las anécdotas que recuerdo de mi abuelo y mi padre es que siempre me decían que a los clientes debes darle el mejor sabor y una atención para regresen siempre a comprar y esto es lo que siempre he hecho es por ellos que gente de hace muchos años viene por sus volovanes” mencionó el señor Martín Venegas.
El señor Martín dice que gente que tiene casi la misma edad que ellos tienen vendiendo, viene aún por sus volovanes y el pan de frutas, y esto le llena de orgullo porque esto se convirtió en una tradición para la ciudad.
Actualmente Don Martín atiende el negocio junto con su hijo Martín Jr. así como su hija y nietos, lo cual le enorgullece saber que además de ser un negocio que les genera dinero es una tradición que se ha mantenido durante cuatro generaciones, concluyó.