Una extorsión que comenzó con una llamada

La historia de Antonio al parecer se ha comenzado a repetir con otros irapuatenses, que no han querido denunciar los hechos, por posibles represalias y a fin de mantenerse vivos

Irapuato, Guanajuato. “No digas nada, nosotros te vamos a cuidar, solamente es una pequeña cooperación”, así lo dijo Antonio, luego de recibir primero una llamada de un hombre que le ofreció “cuidarlo a él y a su negocio”, acto seguido ha estado dando una “aportación voluntaria”.

El caso de Antonio un irapuatense que tiene una refaccionaria, relató los momentos que ha estado viviendo, pero que difícilmente se atreve a contar por miedo a que lo asesinen y que después vayan a decir “él también andaba”, cuando su trabajo ha sido en ese lugar desde hace más de 30 años.

“Todo comenzó con una llamada, pensé que era una broma y le colgué, me estuvieron llamando y no contesté, pero después me vinieron a visitar dos personas, de esas que se ven malas”, dijo Antonio quien este relato, lo cuenta con el temor a ser ubicado y que se vayan a cumplir la amenazas.

El hombre de 52 años, mencionó que ese hecho ocurrió hace poco más de dos años, y al igual que él, otros de sus amigos están en las mismas condiciones, detallando que no quieren o han querido denunciar, porque presuntamente hay o había “ciertos elementos de seguridad, ahí metidos y no eran municipales”.

Las extorsiones en las que se ha visto involucrado, primero fueron de manera semanal con 500 pesos, luego pasaron a ser de mil y desde hace algunos meses, ya no lo molestaron “no sé si lo mataron, los cambiaron o qué pasó, pero ya no han venido, he estado aguantando, porque tengo familia y a mi edad, ya no sé a qué me voy a dedicar”.

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