Por: Juan José López Luna | Fotos ADP.
Irapuato, Guanajuato.- Aunque desde tiempos inmemoriales y desde que se fundó la Villa de Irapuato, el pueblo realizaba fiestas para celebrarlo, no había una feria como tal hasta mediados del siglo pasado, en que se juntaban los artesanos y empresarios para montar exhibiciones de lo que elaboraban y vendían, ocupando principalmente el patio de la hoy presidencia municipal, los alrededores y hasta los portales de la tienda “El Nuevo Mundo” y el hotel Rioja…
Los puestos de frutas y comida se ponían en el jardín y las calles aledañas, todo se adornaba con focos de colores, muy bonitas para esos tiempos…pero fue hasta el año 1968 en que se conformó un patronato de feria y se decidió entonces trasladar la feria de las fresas a Los Viveros “Revolución”, donde había espacio de sobra y estaban el majestoso estadio de futbol, la plaza de toros, aún la alberca olímpica el campo de béisbol, los campos de tierra y toda la zona muy arbolada.
El tramo de la calle Guerrero de la vía del FF.CC de la coca hasta Francisco Sarabia, se adornaba con fresas gigantes de luces, un Tata Vasco y otras figuras, y aunque se podía entrar por cualquier punto a la feria, se ponía un arco adornado y luminoso justo donde hoy termina el hospital general y el parque Irekua…
Muchos de los árboles eran adornados con series de focos coloridos, la plaza de toros se convertía en un enorme pastel, alrededor del estadio de ponían todos los puestos de dulces, pan y comida muchos estands de fábricas y empresas se levantaban junto a la plaza y el campo de béisbol (hoy hospital IMSS), una parte de los Viveros era utilizada para la exposición ganadera, los campos de tierra 1 y 2 de futbol eran para albergar los juegos mecánicos, la pared de los corrales de la plaza eran la pantalla para el cinito gratis, documentales de expositores agrícolas, y no podía faltar el globo de la muerte, una enorme bola de acero en cuyo interior un intrépido piloto daba vueltas en su motocicleta…
Eran unas fiestas hechas por y para el pueblo… “Pásele a las enchiladas, los tacos, sopes y guajolotes, tenemos canela o cafecito”…”Algodones, algodones”… “Pruebe su suerte, tírele a los aros, llévese un regalo, a 20 el tiro”…”Lleve sus ricas fresas con crema, conitos de 10 y de 20”… “Pepitas, charales y cacahuates, cuánto le damos joven”… “Pásele pásele, no deje de ver a la mujer serpiente, el caballo con 2 cabezas y al hombre lobo, pásele”… “Hoy grandiosa función de títeres, no deje de verlos, pásele a la carpa”… “Quiere probar la cajeta amigo, unos dulces de natilla o rollos de guayaba, también tenemos campechanas, hojaldras, polvorones y pay de gelatina”…
“Papá, papá, mira los caballitos, las sillas voladoras, yo me quiero subir, y luego a la rueda la fortuna y los avioncitos”, “no papá yo quiero subirme al gusano y al martillo, y después me compras unos hotkeis”…
Y como en todas las ferias, la diversión no era sólo para los niños o familiar, pues también había corridas de toros; Joselito Huerta, Manolo Martínez, Juan Silveti, Evaristo Zambrano, Raúl García, Alfredo Leal, Jaime Rangel, Antonio Velázquez, Guillermo Carvajal y Curro Ortega, Los Pilotos Infernales en el estadio “Revolución”, partidos de béisbol y sin faltar el palenque de gallos y variedad…
Cierren las puertas señores y hagan sus apuestas, los giros y colorados de Cortázar, Guanajuato Contra Los Hermanos Tavares, también los de Piedras Negras contra Los Viñedos Coral y para amenizar el charro cantor Adolfo Garza y Decia González…
“La gente se divertía de una y mil maneras, pues aparte estaban los columpios, amplios jardines, bancas y donde descansar y no podía faltar subirse al puente San José, comerse unas tortas con su respectivo Jarrito y una Chaparrita de naranja y desde ahí admirar los cultivos de El Rancho de los Ramírez y las aguas, aun limpias del río Silao…Eran otros tiempos y otro tipo de vida.