Irapuato

Un paseo por el tiempo…en el centro de Irapuato

Contemplar lo que hoy es la plaza de Los Fundadores, pero en ese espacio funcionaron antes la cárcel municipal, la cancha Fernando Dávila, las oficinas de varias dependencias

PRIMERA PARTE Por: Juan José López Luna  Fotos: ADP

Hoy más que nunca los habitantes, oriundos de esta pintoresca ciudad de Irapuato, añoramos caminar por sus calles chuecas del centro, detenernos unos momentos para admirar los viejos edificios, que nuestros ancestros construyeron después de se consumara la conquista española.

Así el templo del Hospitalito, que según la historia fue el primero que se construyó por idea y órden de “Tata Vasco” de Quiroga, en cuyo atrio estuvo un tiempo el reloj de sol, después el monumento en pedestal de su creador, contemplar de ahí el grandioso mural de La Identidad creado por el ilustre muralista Salvador Almaraz, voltear atrás y ver la torre y cúpula del Templo de La Soledad, donde se venera a la Virgen del mismo nombre y que de paso es la Patrona de la ciudad desde 1710…

Contemplar lo que hoy es la plaza de Los Fundadores, pero en ese espacio funcionaron antes la cárcel municipal, la cancha Fernando Dávila, las oficinas de varias dependencias del municipio y la escuela Josefa, cuando Doña Juanita Hidalgo era la directora…

y ahí pegado el majestuoso edificio que actualmente alberga la presidencia municipal, pero que hace muchos años fue construido para la enseñanza religiosa, y quién no ha disfrutado alguna vez sus hermosos pasillos llenos de arcos de cantera o atravesado su patio sintiendo que el tiempo se detiene, como cuando era un enorme jardín con 2 pozos o cuando años después era la cancha de torneos de básquet y volibol, salir por la puerta principal al jardín y recordarlo cuando lucía su inigualable kiosco con la banda municipal tocando y las muchachas dando vueltas para un lado y los jóvenes para el otro en busca de su media naranja, a la cual conquistaban con una gardenia,  y contemplar al fondo los templos de la Tercera Orden y El Convento recordando que en medio de ambos un tiempo fue la terminal de los camiones “guajoloteros” y que en lo que era el monasterio franciscano se construyó la escuela preparatoria, la secundaria oficial y finalmente la primaria Josefa Ortiz de Domínguez, hoy es el solar de la plaza del ¿arte?…

En la esquina del jardín era la terminal de los tranvías, cuando aún no había autos ni camiones, desde ahí la vista alcanza hasta la esquina de Revolución y Obregón, donde estaba el cine Rialto…la foto Chic y a un lado de presidencia el monumento a la madre (ya en los años 50s) y en la esquina de Pípila el legendario cine Rex…

y regresando al jardín ahí vemos la réplica de la torre reloj, el cual donó el general Lázaro Cárdenas, caminando por Hidalgo recordamos que estaba la casa Ávila, donde había un fotógrafo que sin que se dieran cuenta tomaba a todo el que pasaba por ahí…

Irse por Juárez caminando llegaba uno a donde estaba el hotel Rioja con sus arcos, la tienda El Nuevo Mundo(hoy Sears), los portales y el primer tanque elevado de agua, después la plaza Madero y luego glorieta de la fuente Florentina, y al fondo la majestuosa Parroquia(hoy Catedral) con su grande atrio y frondosos árboles, y si caminamos hacia la plazuela Juan Álvarez veremos el reloj de cantera, la tienda El Nardo, la casona de Iturbide, donde vivió el emperador de México y donde se dice que nació uno de sus hijos y ahí junto el Santuario de Guadalupe del Centro, estas dos fincas recortadas 6 metros para dar paso al anillo Revolución en los años 60’s….

Por 5 de Febrero o Vallarta se llega a los edificios del Museo de la Ciudad, donde funcionó como oficina de la Santa Inquisición y con un túnel que conectaba a la casa colorada en la Calzada Insurgentes y otros edificios o iglesias, sobre la calle Allende está el archivo histórico y la finca donde hace muchos años por las tardes se reflejaba la sombra de Cristo(efecto óptico) y siguiendo hacia Guerrero se llega a la casa Zuloaga donde en la época colonia fue la terminal de las diligencias que transportaban el oro y la plata de las minas, y ahí cerquita está el templo de San Francisquito, del que el tiempo y leyendas le atribuyen cosas raras en su misterioso interior, sobre esa mis calle funcionó el Cine Club y hacia Torres Landa más reciente el cine Irapuato. CONTINUARÁ

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