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Tláloc le ganó a San Juan Bautista y logra espectacular apertura de la Presa de la Olla

Vive Cuévano una profusa caída de agua, entre olas de Juventino Rosas y el vuelo bajo de las nubes de José Alfredo

Guanajuato, Gto.- Tú y las nubes, José Alfredo, me van a matar, con esta lluvia que preludió a la apertura de la Presa de la Olla, entre el gentío que desfiló por el Paseo, en espera del momento espectacular.

Era el mediodía y la lluvia llegó. Ya el 24 de junio San Juan Bautista había hecho su trabajo para que este segundo lunes de julio fuera abierta la compuerta de la Presa de la Olla.

Se llenó tan así que fue necesaria abrirla por las noches en fines de semana. Eso generó alegría para acudir a comer un churro relleno, una guacamaya y pan de Acámbaro con dos piezas grandes para llevar.

La vendimia y comilona fueron interrumpidas como a eso de las doce, cuando el aguacero obligó a que los buses que iban a la presa se apretujaron de paseantes que lo tomaron para no mojase.

Como se estila, llegaron las autoridades: el gobernador Diego Sinhue, el alcalde Alejandro Navarro, la regidora exmorenista Paloma Robles Lacayo, la diputada Margarita Rionda, entre otros.

Desde hacía rato en el ambiente resonaba la voz de José Alfredo: si nos dejan, nos vamos a chelear toda la vida; ando volando bajo, en helicóptero que se dio un rol por las inmediaciones por la mañana; tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos a comer gorditas de chicharrón; amanecí otra vez entre tus brazos y fui por unos dorilocos.

A la una en punto el gobernador y el presidente municipal bajaron su pañuelo blanco y los acordes de “Sobre las Olas”, de Juventino Rosas, hicieron ronda con el profuso caer de las aguas, como pocas veces se ha visto en los últimos años.

Ahora sí hubo agua, no que el año pasado parecía “miada” de borracho, dijo uno de los asistentes. Todo indicó que San Juan dejó a Tláloc la encomienda y éste ahora se lució.

Los teléfonos celulares de la masa y las cámaras de la prensa dieron fe de ese gran chorro, todavía apestoso a lama, pero que significa una gran fiesta y es uno de los más simbólicos espectáculos de esta ciudad donde las diversiones son simples: subir a un cerro a emborracharse, ver agua caer de una presa y emborracharse, ver espectáculos cervantinos en la calle y emborracharse o ir a bailar salsa y emborracharse.

Horas antes había estado en la ceremonia de entrega de reconocimientos a las y los integrantes de la Delegación que representó a Guanajuato en los Juegos Nacionales de la Educación Media Superior (CONADEMS). 200 deportistas que ganaron 10 medallas y quedaron en quinto lugar, el más alto hasta ahora logrado.

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