Irapuato, Guanajuato
Seguramente, todos tenemos alguna persona especial con la que podemos platicar de todo y por muchas horas. Esto es maravilloso porque así se estrechan lazos de amor y de amistad. Quien se ha convertido en nuestro “confidente” ocupa un lugar importantísmo en nuestras vidas porque sabemos que ya no estamos solos, que hay alguien dispuesto a escucharnos pues se interesa en nosotros y tratará de ayudarnos y de aconsejarnos.
Sin embargo, a veces nuestro confidente puede sentirse cansado, o tal vez esté de viaje y no podemos estar cerca de él, o bien, podría estar de mal humor, o quizá enfermo, tal vez en alguna ocasión lo podemos necesitar muy de madrugada o en horas inapropiadas para comunicarnos con él, entre otros inconvenientes que son tan naturales entre las personas.
Por eso, es mejor que busques a alguien que pueda estar disponible para ti todo el tiempo, a cualquier hora y en cualquier lugar, ese es Dios. Él es, además, un amigo de verdad, él sabe escuchar y se interesa de verdad en tus problemas y en tus alegrías, él no se cansa nunca, ni se duerme, ni se enferma, sus consejos nunca serán equivocados porque él es perfecto, él es el creador del Universo y no hay nada que sea complicado para él. Además, él inventó el amor y la amistad, él diseñó al ser humano y sabe muy bien cómo funciona, qué necesita, entiende sus sentimientos, por lo tanto, sabe ayudarlo en cualquier situación.
Así, te invito a que permitas que Dios sea tu confidente, tu mejor amigo, tu consejero. Cuando ores y platiques con él siempre tendrás paz y él te mostrará la solución a tus problemas y angustias.
En la Biblia se encuentra el consejo de Dios y cuando la leemos nos damos cuenta de que él está muy interesado en hablar con nosotros, él nos muestra su voluntad, su amor, su poder a través de su Palabra. Y, en las páginas de este libro sin igual encontramos que Dios desea escuchar tu corazón, él está ansioso porque lo busques: ¡él quiere ayudarte!
No se aflijan por nada, sino
Preséntenlo todo a Dios en oración,
Pídanle y denle gracias también. Así,
Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender, y
Esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús”
Filipenses 4:6-7 (Versión Dios Habla Hoy)