Se calcula que nueve de cada diez personas, requerirán al menos una transfusión durante su vida porque tuvieron algún accidente grave, o padecen enfermedades crónicas como cáncer, leucemia, insuficiencia renal o anemia.
Las donaciones que se realizan en nuestro país, no son suficientes para atender la demanda. Esto preocupa al sistema de salud nacional, pues cada año hay más de 4 millones de personas que no reciben sangre. Algunos de ellos podrían estar en riesgo de muerte por esta causa.
“Se estima que alrededor de 5 millones de unidades de sangre se requieren para dar frente a los requerimientos de sangre del país y solamente el año pasado tuvimos 1.4 millones de sangre, es decir que nos quedamos 4.6 millones por debajo de las cifras que se requieren para dar frente a las patologías a nivel nacional, esto quiere decir que en algún hospital hubo gente que falleció porque no hubo sangre”, dijo el doctor Rei Franco Vargas, jefe de Banco de Sangre del Instituto Nacional de Perinatología (INPer).
Cada año, las transfusiones y los productos sanguíneos contribuyen a salvar y aumentar la esperanza y calidad de vida de millones de personas ya que por cada donación, se puede beneficiar a por lo menos tres pacientes.