Irapuato, Guanajuato.- El sacerdote Luis Esteban quien oficiaba misa en el templo de La Soledad en Irapuato, acusado de violación en contra de una niña que iba al catecismo, podría ser sentenciado en los próximos días, luego de que en esta semana se estarán desahogando las pruebas que lo incriminarían.
Según la información obtenida por la parte legal, Luis Esteban “N”, ahora 33 años de edad, conoció a su víctima una niña que junto a su mamá iban de forma recurrente al templo de La Soledad; la niña iba al catecismo y su mamá al grupo de padres de familia, ambas por separado, pero en la misma iglesia.
La niña iba a clases de catecismo y presuntamente fue “violada” por el sacerdote de la Diócesis de Irapuato, quien apenas hace tres años antes había sido ordenado por el obispo. Las audiencias de desahogo de pruebas en la fase de llamado de testigos, se están llevando a cabo en la sala cuatro de audiencias a un costado del CERESO de Irapuato.
Notus tuvo acceso a parte del manejo de la audiencia que hay en este momento, detallando que la niña afectada, va a ser llamada por segunda ocasión en una semana a declarar, detallando que tal situación podría generar un daño psicológico mayor según sus familiares, quienes piden a las autoridades que no entorpezcan el proceso y den una sentencia.
Contexto de la narración de hechos del 6 de agosto del año 2019:
“Esa niña tomaba clases con él, iban a pláticas, entre las pláticas hubo como una excelente relación con la niña, a la niña le dolía que le castigarán el celular y era muy rebelde y por ahí en una de las ocasiones se regresó y dentro del templo, dice que se le acercó y que se le pegó y abuso de ella y que le dio pastillas para que se tomará”, relató uno de los testigos que a razón de anonimato contó parte de lo que al parecer ocurrió entre el sacerdote y la menor.
“En los periodos de junio y julio, fueron abundantes, hubo una alteración de su periodo y su mamá alcanzó a sacar esos mensajes donde le dice que ella que ya no quiere ir con él, le mandaba mensajes a la una de la mañana, decía el padre que se sentía solo, que estaba triste y todavía el último mensaje que mandó, le decía que si ya no iban a seguir yendo al templo” continuó con la narración.
“Le contestamos nosotros, que había tenido visitas de familiares de fuera pero ya iba a regresar al templo nada más para mantener la fiesta en paz, para hacerle todas las pruebas, había tenido un contacto…” prosiguió.