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Sabías que tu niño puede ser un: Niño Pandemia

No quiere ir a dormirse pronto, pérdida de apetito, aparecen miedos, son algunos síntomas en niños que nacieron durante la pandemia

Irapuato, Guanajuato. No quieren ir a dormirse pronto, no hablan o hablan poco, tienen un apego excesivo a su papá o mamá o bien tienen conductas agresivas, son sólo algunas de las conductas que han sido identificadas en los llamados Niños Pandemia.

Según un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud, los niños nacidos durante la pandemia, independientemente de que sus madres tuvieran COVID-19 durante el embarazo, pudieron desarrollar algunas conductas muy inusuales.

Los resultados de este estudio, dice que los niños nacidos durante la pandemia pueden necesitar un seguimiento a largo plazo para identificar rápidamente cualquier retraso futuro en el desarrollo.

Al igual la UNICEF señala que dentro de los problemas que se han encontrado en los llamados “Niños Pandemia” ha sido que las niñas y niños más pequeños empiecen a tener ciertos comportamientos que no son como:

En el caso de niñas y niños menores de 2 años:

  • Problemas para dormir o mantener la rutina de sueño.
  • Pérdida de apetito.
  • Apego excesivo a su cuidador primario, que usualmente suele ser mamá o papá. O por el contrario, se puede volver más tolerante a la separación.
  • Falta de motivación o entusiasmo.
  • Llanto excesivo e injustificado.
  • Y lo último, pero lo más importante, es que pueden empezar a tener conductas regresivas en su desarrollo, como por ejemplo, en el caso de las y los bebés que ya empezaban a caminar, regresan al gateo o a empujarse para arrastrarse en el suelo.

En el caso de niñas y niños entre los 3 y 5 años, es de esperar que comiencen a expresar:

  • Conducta regresiva, es decir que muy probablemente vuelva a orinarse en la cama cuando ya habían aprendido a avisar para ir al baño, o dejan de hablar o hablan a medias, y es usual que comiencen a chuparse el dedo.
  • No toleran estar solos o solas y quieren siempre estar con algún adulto.
  • Experimentan una pérdida en el apetito o por el contrario, quieren comer en exceso.
  • Problemas para dormir o mantener su rutina de sueño.
  • Comienzan a aparecer los miedos, ya sea a seres o situaciones reales como a animales o a la oscuridad, o a seres fantásticos como monstruos.
  • Comiencen a expresar dolores inusuales de estómago o dolor de cabeza.
  • Juegan repetidamente su situación actual; es decir que pueden empezar a jugar los roles que ven dentro del hogar.
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