Rubén Pérez: Músico de toda la vida en el rock and roll (primera parte)

La historia de uno de los guitarristas que se ha encargado de colocar el rock and roll en lo más alto a nivel nacional

Por Yahel Orduña | Irapuato, Guanajuato.- Rubén Pérez Elizarraraz es un músico irapuatense que ha dedicado su vida al rock and roll en diferentes bandas locales abrió a Notus las puertas de su negocio RPE WorkShop en donde explicó sus inicios en el género, desde su primera banda hasta lograr ser reconocido como marca registrada de Fender a nivel nacional, empresa internacional dedicada y especializada en instrumentos musicales.

La trayectoria de Rubén comenzó a muy temprana edad cuando su mamá optó por regalarle una grabadora a los 7 años, él con sus ahorros decidió comprar cinco casetes los cuales eran de Bronco, Viento y Sol, Iron Maiden, Guns N’ Roses y uno de Vanilla Ice en vivo, ese fue su primer acercamiento con la música.

El rock and roll sería el género con el que el guitarrista decidiría casarse pues solo se quedaría con el casete de Iron Maiden y Guns N’ Roses.

“yo no sabía ni que era una guitarra, pero siempre existió esa inquietud en saber por qué sonaban así los instrumentos y qué era lo que generaba cada sonido, hasta que fui descubriendo por medio de la televisión y a la vez conociendo muchas bandas más; otro de mis acercamientos con la música fue cuando en la secundaria nos obligaron a tocar algún instrumento, yo elegí la guitarra” explicó Rubén recordando sus inicios en el ámbito musical.

Fue en ese momento cuando Rubén tuvo su primera guitarra, recuerda que su mejor amigo se la vendió, sin embargo, nunca le pagó esa guitarra que recuerda estaba rota y que él mismo reparó, tratando de mantenerse siempre en la música.

Rubén tuvo un acercamiento con sus amigos del barrio que ya se encontraban más metidos en el rock, el primer concierto que disfrutó fue de La Cuca, Víctimas del Doctor Cerebro en el cual abrió una banda local llamada Viuda Negra, esto despertó aún más el interés por tocar algún instrumento.

La Rodríguez la colonia que vio nacer a un joven con gran apetito de incursionar en el rock and roll, en aquella zona existía una banda la cual recuerda Rubén con aprecio por permitirle ver sus ensayos, expresa que nunca tuvo la fortuna de que le enseñaran cómo tocar algún instrumento.

El artista, mencionó que quizá fue por su corta edad, fue hasta que su primo lo invitó a unirse a una banda que ensayaba en Villas de Irapuato, ahí la suerte le sonrió por un momento pues consiguió entrar a la banda y además se le proporcionó una guitarra eléctrica de corte SG; con la guitarra en mano llegó a su casa y recuerda con risas en su rostro que lo primero que realizó fue desarmarla para ver qué tenía en su interior.

En plena edad de la juventud Rubén Pérez realizaba tres actividades, tocar rock and roll, estudiar y practicar patineta en la Dina donde actualmente se encuentra Mcdonals, transcurría la década de los 90’s y él ya en una banda formal comenzó sus primeras presentaciones en diferentes lugares, uno de esos lugares eran los “chevetones” que se realizaban en el municipio.

Los chevetones constaban en rentar una barda y para poder acceder se tenía que comprar como mínimo un cartón de cerveza que fungía como un boleto de entrada, en ese lugar se consumía bastante rock and roll asegura.

Rubén expresa la ruptura con aquella banda que señala textualmente “me abrieron”, para el guitarrista novato el sueño de seguir en el género no terminaba y a pesar de sufrir diversos descalabros, el destino le colocaría con Jorge Medina Mendiola mejor conocido como “el chivo”, un personaje referente en el municipio, “Nos engañaron las húngaras” era el nombre de la banda en el cual comenzaría una nueva etapa en su camino musical.

“Aun nos seguían viendo como unos morrillos porque en esa banda tocábamos con la vieja escuela del rock en la ciudad y nosotros apenas éramos unos chamacos, pero aun así la música que hacíamos le gustó a la pandilla que nos escuchaba” argumentó el guitarrista Rubén.

En “nos engañaron las húngaras” no pudieron prosperar, se separó la banda lo cual dejo fuera al “Chivo” y a Rubén, ambos no se doblegaron ante esa situación y juntos decidieron formar una banda que actualmente se mantiene dentro del ámbito musical, Manita de Puerko llegaría en el año 2002.

Rubén Pérez Elizarraz recuerda los momentos que ha pasado a lo largo del tiempo en Manita de Puerko y lo cual reflejará en la segunda parte de esta entrevista, por ahora se terminó el espacio, pero el guitarrista invita a seguir conociendo su trayectoria dentro del ámbito musical y su acercamiento con la empresa de instrumentos musicales Fender, considerada la más importante a nivel internacional.

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