Irapuato, Guanajuato
Mientras rezan el tercer día del novenario y piden por el eterno descanso de Ana Lidia y Luis Roberto, también rezan porque Kimberly Alizeé regrese a casa con sus abuelitos y tíos.
En el suelo, el retrato de XV años de Ana Lidia rodeado de flores, veladoras y santos mientras que por el otro una fotografía de la bebé Kimberly, desaparecida desde la misma noche en que su padres fueron ejecutados.
La mamá y hermano de Ana Lidia Rodríguez relatan cómo han sido los últimos días desde que les dieron la trágica noticia de que la joven y su esposo Luis Roberto Torres, de 22 y 21 años respectivamente, fueron ultimados con el tiro de gracia y torturados, luego abandonados al interior de un automóvil sobre la periferia de la Central de Abastos de la ciudad en la madrugada del pasado jueves.
Gudelia Vázquez, madre de Ana Lidia refleja en su rostro tristeza y dolor, no fue ella la primera en recibir la noticia sino uno de sus hijos, Juan Ángel Rodríguez, ese mismo jueves por la tarde.
“Querían hablar con mi esposo o con unos de mis hijos y les dije pues mi esposo salió y no sé a qué hora vaya a llegar, me preguntaron no tiene dónde comunicarlos y le dije que no, entonces le digo pero ahorita llega uno de mis hijos y fue el que llegó y a mí no me dijeron nada”.
El último día que la señora Gudelia vio a su hija fue el pasado miércoles por la mañana, estuvo en su casa y después de esa vez ya no fue así, a su yerno señala no lo veía desde un domingo antes.
Juan Ángel Rodríguez, hermano de Ana Lidia, fue quien recibió a los judiciales en su casa y a quien dirían qué estaba pasando.
“Me dijeron necesitamos privacidad porque es algo muy fuerte y ya los pasé aquí y ya me empezaron a comentar que encontramos dos cuerpos a espaldas de la Central de Abastos y al parecer tenían parentesco con ustedes. Me dijeron, tú puedes reconocer los cuerpos y le dije sí, de hecho me enseñaron las fotografías primero me enseñaron la de él y pues sí son, ya después a ella y después de ahí nos llevaron a tomar la declaración”.
Ana lidia y Luis Roberto vivían en el domicilio de la casa de éste último en la Colonia San Martín de Porres, ella tenía un puesto de jugos en la calle mientras que de él se dice que “hay rumores” de que se dedicaba a la venta de drogas.
Según Juan Ángel la familia de Luis Roberto su cuñado, les comentó que ese miércoles salieron los dos jóvenes junto a su hija Kimberly, ellos fueron hallados ejecutados mientras que el paradero de la menor de 2 años tres meses aún no se sabe, por lo que la Alerta Amber fue activada este domingo.
“En el Ministerio Público les dimos fotos ese día, señas particulares (de Kimberly), ellos no quisieron dar alerta porque supuestamente la otra familia no se prestaba a platicar con ellos, pensaban que cualquiera de las dos familias tenía a la niña”.
Una vez enterados de esta trágica noticia, por su parte, los familiares de Ana Lidia recogieron el cuerpo en el Semefo para darle cristiana sepultura.
Encomendados a varios santos como San Martín Caballero, la Virgen de Guadalupe pero sobre todo a Dios los familiares de Kimberly rezan por su regreso “y sea quién sea se le ablande el corazón y nos la entreguen”.
Su deseo es “encontrar a la niña, pues por ellos ya no se puede hacer desgraciadamente nada, queremos que aparezca la niña que no la entreguen”, expresa el hermano de Ana Lidia.