Irapuato, Guanajuato.- El obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda reveló casos en los que sacerdotes han sido víctimas de intentos de extorsión telefónica por presuntos delincuentes en Guanajuato, aunque aseguró que no ha habido amenazas de muerte, sin embargo no se han tomado medidas de seguridad “especiales” más que seguir las instrucciones del gobierno y dar parte a las autoridades.
Lo anterior, luego de que en vísperas de la Navidad pasada, el sacerdote Gregorio López Gorostieta de 39 años, fue secuestrado y asesinado en la Tierra Caliente de Guerrero por presuntos delincuentes y su hallazgo hecho en pleno día de Navidad.
En Guanajuato dijo “He sabido también que a algún obispo le llamaron por teléfono pidiéndole que le ofrecían seguridad a cambio de ofrecerles…y pues la indicación era colgar”, refirió.
Martínez Zepeda platicó que en otra ocasión “Algún obispo que tenía más influencia pidió que le investigaran porque… no más influencia sino más amigos en teléfonos, y le informaron que las llamadas salían desde el penal de Santa Marta Acatitla, de modo que cuando salió la noticia que desde ahí se hacían llamadas; lo hacían casi por orden alfabético”.
Aunque tras el secuestro en el 2009 del sacerdote Pedro Gutiérrez Frías, fundador y director de la Ciudad de los Niños, en Salamanca, la Diócesis no ha extremado medidas de seguridad, señaló el Obispo.
“Ninguna, la única fue cuando me decían que habían secuestrado al padre Pedro Gutiérrez yo tomé una determinación que me implica a mí también y a todos los padres, les dije miren en esta Diócesis los pocos fondos que tenemos porque de verdad son pocos, los pocos que tenemos siempre los hemos invertido para arreglar la catedral…en caso yo dije de que alguien sea secuestrado pues no podremos pagar ni disponer de ningún fondo, así es que en eso me incluyo, es la única que hemos tomado como medida de seguridad también por ese lado pero por un lado es cierto que no tenemos muchos fondos, por otro lado no son nuestros ni para pagar por nuestra seguridad”.
Y aunque la seguridad que se vive en Michoacán es “diferente” a Guanajuato, Martínez Zepeda denunció la aún desaparición de un padre presuntamente “levantado” en Zamora; aquí en el estado señaló que la delincuencia ha sido más latente en municipios cercanos como Celaya o León, “pero yo no he tenido miedo en ningún momento y le pido a Dios que no me deje experimentar el miedo”.
Aseguró que “En mi casa no he tomado medidas especiales; nunca he pensado que es inseguro, voy y vengo con toda tranquilad y seguridad”, finalizó.