
Guanajuato, Gto.- Para la Dra. Ma. Teresa Pratz Andrade, profesora-investigadora del Departamento de Enfermería y Obstetricia, de la Universidad de Guanajuato (UG) en el Campus Guanajuato, es imperativo replantear los hábitos en la vida cotidiana para el cuidado integral de la salud, con entornos y prácticas favorecedores.
Enfermera por la UG, la Dra. Pratz cuenta con una maestría en Administración Estratégica por la Universidad Autónoma de Nuevo León, y una maestría y un doctorado en Ciencias de Enfermería por la UG; es especialista en el área cardiovascular por el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” y, actualmente, está por finalizar una estancia postdoctoral en el Instituto Nacional de Salud Pública. También labora en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, donde estuvo trece años en la Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios y lleva dos años dentro del programa “Código Infarto”, el cual atiende a quienes presentan un infarto agudo de miocardio.
En 2025, recibió, por segundo año consecutivo, el Premio Estatal al Mérito Laboral, otorgado por el Gobierno del Estado de Guanajuato por diversos proyectos de vinculación social. Asimismo, su estudio “Riesgo cardiometabólico en población adolescente de Guanajuato, México” fue reconocido como el segundo mejor trabajo en su área a nivel nacional, entre otras importantes distinciones a lo largo de su trayectoria.
En México y en el mundo, la primera causa de muerte son las afecciones cardiovasculares, seguida de la diabetes, en gran parte propiciadas por las rutinas ajetreadas y demandantes. Por ello, la investigadora exhorta: “En estos tiempos de inmediatez y distracciones, es fácil caer en estrés e irritabilidad. Debemos cuidar el sueño; pocas personas duermen ocho horas continuas. Es fundamental hacer ejercicio, especialmente de resistencia. También comer bien, de tres a cinco comidas al día, y tomar agua”, enfatizó.
En los estudios que actualmente realiza, los datos indican que niñas y niños desde los seis años ya presentan obesidad e hipertensión, acentuada durante la adolescencia por la falta de actividad física y la mala alimentación. En el nivel universitario, una alta cifra de jóvenes presenta hipertensión arterial, sobre todo en disciplinas famosas por su exigencia.
En cuanto a la población adulta, la propensión a la diabetes también es alarmante, ya sea por condiciones de obesidad o hipertensión. “Durante los tamizajes en instituciones públicas y empresas, observamos que muchas personas viven con condiciones crónicas, pero no tienen adherencia terapéutica, debido a una base emocional o una alteración en la salud mental. Los padecimientos físicos suelen estar vinculados a la salud mental”, dijo.
Desde su perspectiva como especialista en el cuidado de la salud, señaló que, “en cualquier momento, todas las personas pueden necesitar atención psicológica. Solemos creer que solo quienes están en una condición aguda o con una patología lo requieren, pero todos necesitamos platicar con un profesional que pueda ayudarnos a orientar y encaminar nuestras acciones”.
“Mucha gente dice que no puede cambiar hábitos por sus actividades, especialmente madres de familia. Pero si una persona tiene hipertensión no diagnosticada y mal controlada, en diez años, podría dejar a una hija o un hijo sin mamá. No es alarmismo; es fisiología. Estamos programados para trabajar, pero nos olvidamos de descansar y ser felices”, comentó.
En esa misma línea, la Dra. Pratz llama a cuidar la estabilidad emocional ante el panorama social reflejado en las noticias sobre inseguridad y violencia, entre otros problemas: “Consumimos demasiada información negativa y terminamos cargados de preocupación. Debemos preguntarnos si también tenemos espacios de esparcimiento y tranquilidad, y empezar por nosotros: si yo estoy bien, quienes están a mi lado también lo estarán”.
En esta temporada, es importante revisar los hábitos festivos; por ejemplo, la frecuencia y la cantidad en el consumo de alimentos. “Un tamal o un vaso de atole pueden disfrutarse, pero el riesgo está en el consumo diario y excesivo. Aprovechemos el tiempo en familia para realizar actividades que normalmente no podemos”, invitó.
Para la Dra. Pratz, la enfermería es una valiosa e imprescindible disciplina, en cuyas actividades de promoción, prevención y cuidado de la salud, toda la ciudadanía y sectores deben involucrarse. Esta cuenta con 18 especialidades a nivel nacional y puede insertarse en múltiples ámbitos: hospitales, laboratorios, investigación, incluso deporte profesional, pues busca incidir en cambios que beneficien a las personas.
“Ese cambio debe venir de adentro, trabajando de cerca con familias y pacientes, para impulsar mejoras reales”, señaló. Desde el Departamento de Enfermería y Obstetricia de la UG, se busca promover un cuidado integral de las personas, pacientes y también de la comunidad estudiantil, motivando a cambiar estilos de vida: “Si el docente tiene hábitos saludables, el estudiante también lo hará y será un profesional más pleno”.
En abril, se retomarán las “Cardiodiabeti-Ferias”, impulsadas por la UG, para concientizar a la población sobre la importancia de mejorar sus hábitos, esto mediante quioscos de salud en plazas públicas y la participación de diferentes divisiones universitarias, autoridades y disciplinas, donde también se realizarán campañas de vacunación, valoraciones y actividades lúdicas.
