“Leer para transformarse
y transformar a la sociedad”.
Abel Pérez Rojas.
Es cierto que los lectores están migrando cada vez más a los contenidos digitales, y que los libros impresos están quedando en desuso.
Hay múltiples ventajas de los contenidos descargados en los dispositivos móviles. Pero todavía los libros impresos dan la batalla entre los migrantes digitales, ocupando los vacíos originados por las dificultades de la conectividad y entre quienes desean darse la oportunidad de experimentar el conocimiento acompañado del olor a papel y tinta.
Sobre estos y otros temas, hace unos días entrevisté a Orlando Oviedo y a Samuel Trejo. Ellos platicaron sobre uno de sus programas denominado Red BEMOS (Red de Bibliotecas Especializadas en Movilidad Sostenible), impulsado desde el Sistema Sitio ViSí México, organismo civil, no lucrativo.
Con la intención de acercar la lectura a las personas de la capital poblana, en abril de 2014 dio inicio en Puebla la Red BEMOS, mediante el establecimiento de micro bibliotecas en diversos espacios proporcionados por organizaciones de la sociedad civil.
Después de la etapa piloto con las primeras diez bibliotecas inauguradas durante el primer año, se han establecido dos centros más de abril de 2015 a la fecha.
Cada micro biblioteca de la Red BEMOS está conformada con cincuenta a doscientos libros, que son donados por algunas editoriales y por el público en general para que sean consultados por cualquier persona; además, los voluntarios del Sistema se encargan de rotar los textos de un centro a otro para que no sea un acervo estático.
Establecer micro bibliotecas en espacios públicos y privados no es una labor reciente, pero tampoco es fácil. En México, el Distrito Federal es la demarcación que más ha emprendido este tipo de programas.
Llama la atención que sus impulsores han puesto especial atención en visibilizar los pilares que sostienen la propuesta de la Red BEMOS: ir al encuentro de la población buscando detonar la participación social, de tal manera que las organizaciones cobijen el acervo bibliográfico y la población le dé vida haciendo uso de los textos y donando otros más.
En el fondo, proyectos como éste brindan alternativas para que a través de la lectura podamos liberarnos de las preocupaciones que aceleradamente se apropian de nuestro ser; preocupaciones que nos despojan de la claridad de pensamiento y de la fortaleza para establecer lazos solidarios para hacer frente a nuestra problemática común.
Esto es parte de un proceso de educación permanente, por el cual se afirma que las personas se educan en todo momento, acompañado de quien sea y aún en las condiciones más inhóspitas.
La Red BEMOS detona esa característica propia de los seres humanos; por lo tanto, sus esfuerzos no son algo que debe dejarse al garete, pues es totalmente intencionado y ético.
Sólo participando en éste y otros proyectos lograremos transformar la desgastante preocupación en ocupación transformadora, esto nos abrirá nuevos horizontes frente a la incertidumbre del futuro. ¿Qué le parece?