Los derechohabientes del IMSS cuentan con especialistas en el área de Nutrición para evitar la aparición de enfermedades crónico-degenerativas y para el control de las mismas, es muy importante alimentarnos de manera saludable y si es necesario recibir atención y orientación al respecto.
“En el IMSS se cuenta con el servicio tanto para pacientes internados en los hospitales, como para la población que acude a la consulta externa. En el consultorio se les brinda orientación y un plan nutricional; acuden personas con sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión, padecimientos nefrológicos y oncológicos, entre otros”.
Así lo señaló Said Emmanuel Martínez Ramírez, adscrito al servicio de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona No. 21 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guanajuato, quien señaló que es muy importante que la población derechohabiente se acerque a su Unidad de Medicina Familiar de adscripción para recibir atención al respecto.
Apuntó la necesidad de cambiar de mentalidad: de la cultura curativa a una preventiva, con lo que se evitaría la presencia de diversas enfermedades, ya que el sobrepeso y la obesidad funcionan como detonante para males como la hipertensión y la diabetes mellitus.
La Jarra del Buen Beber y el Plato del Bien Comer, son dos herramientas que son muy prácticas, ya que indican las bebidas y alimentos que podemos y debemos consumir, así como la cantidad de los mismos, para no poner en riesgo nuestra salud. Al respecto los nutriólogos del IMSS pueden orientar a la población derechohabiente.
El único alimento que se indica a libre demanda son las verduras; en lo que se debe tener medida es con las leguminosas y los productos de origen animal.
Resaltó Martínez Ramírez que la sana alimentación no es un castigo, sino un estilo de vida en el que se tienen diversas opciones para preparar alimentos con buen sabor, sin poner en riesgo la salud.
Dijo que además de la calidad de los alimentos, se debe cuidar la cantidad, ya que aunque se ingieran alimentos saludables, si se hace en cantidades mayores a la requerida, podría ser contraproducente.
Finalizó con la recomendación de inculcar buenos hábitos alimenticios a los menores; pero hay que hacerlo siendo el ejemplo para toda la familia y lograr que todos los integrantes adopten un estilo de vida saludable.