Estados Unidos tiene un largo historial de intervenciones militares en países extranjeros, y uno de los casos más notables se produjo a mediados del siglo XIX, cuando invadió México. La invasión, que comenzó en 1846 y duró dos años, fue provocada por una disputa sobre la frontera entre los dos países, en la que Estados Unidos afirmaba que el Río Grande era el límite y México insistía en que era el río Nueces, más al norte. Si Estados Unidos no hubiera invadido México, el curso de la historia habría sido radicalmente distinto. Por un lado, no se habría producido la Guerra México-Estados Unidos, que tuvo como resultado la anexión de Texas y la adquisición de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México y partes de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma por parte de Estados Unidos. Esto habría alterado las fronteras territoriales tanto de Estados Unidos como de México, así como las relaciones políticas y económicas entre ambos países.
No todos querían la guerra
Además, la guerra tuvo importantes consecuencias para los propios Estados Unidos. Intensificó las tensiones seccionales entre el Norte y el Sur en torno a la cuestión de la esclavitud y su expansión, ya que muchos norteños veían la guerra como un complot de los sureños para extender la esclavitud a nuevos territorios. En muchos aspectos Estados Unidos tuvo suerte, porque si no se hubiese anexado los territorios fronterizos entre Estados Unidos y México, quizás no hubiese habido este conflicto. Por otro lado, si usted desea pasarla muy bien en los juegos de Novibet online casino puede hacerlo desde la comodidad de su casa. La guerra también contribuyó al auge del movimiento antibelicista en Estados Unidos, que se oponía a la intervención militar estadounidense en el extranjero por motivos morales y económicos.
¿Un hecho inevitable?
Si Estados Unidos no hubiera invadido México, es posible que el país hubiera seguido una política exterior diferente en las décadas siguientes. Estados Unidos podría haberse centrado más en cuestiones internas, como la industrialización, la urbanización y la reforma social, en lugar del expansionismo y la adquisición territorial. También es posible que Estados Unidos hubiera desarrollado una relación más cooperativa y pacífica con México, basada en el respeto mutuo y los intereses compartidos. Sin embargo, algunos estudiosos sugieren que esta guerra hubiese pasado de igual manera. Debido a que casi todos los países vecinos se pelean y terminan estando en guerras, es muy probable que, de no haber pasado lo que pasó en aquel entonces, la guerra México-Estadounidense hubiese pasado en los años subsiguientes. En general, la decisión de Estados Unidos de invadir México tuvo efectos profundos y duraderos en el curso de la historia, no sólo para los dos países implicados, sino para el mundo entero. Aunque es imposible saber con exactitud qué habría ocurrido si Estados Unidos no hubiera invadido México, está claro que este acontecimiento tuvo un impacto significativo en el desarrollo político, económico y social de ambos países, así como en el sistema internacional en su conjunto.