Irapuato, Guanajuato
Para Lidia Álvarez Soria, la discriminación, humillación y maltrato, al parecer, fue parte de lo que vivió en las instalaciones de la Subprocuraduría General de Justicia región B y la Dirección de Seguridad Pública de Irapuato, donde fue amedrentada, jaloneada y detenida por su condición de chica transgénero.
“Acudí a una averiguación previa, porque intentaron matarnos en La Calera, entro, me registro, sabemos que es un edificio público, no es una obligación, ni registrarte, ni más datos a dónde vas, ni nada, por tu seguridad, el policía viene hasta allá y me pregunta a dónde vas; él a que no entraba y que me tenía salir, para esto salió un preventivo; me sometió por la fuerza con la manos hacía atrás, para mí fue humillante, porque se me levantó la blusa a la altura de los senos” dijo Lidia.
Lidia Álvarez de oficio constructor, relato que al ser ingresada a los separos municipales, el policía que la detuvo, “al meterme al área de separos, uno de ellos señala, es clave 14 y medio o 15 y medio; al momento, no pueden hablar frente a mí en clave, la clave por lo que tengo entendido es gay, entonces ellos ignoran lo que es una persona transexual o transgénero y cómo tratarla y en este caso, yo soy una mujer transexual y como tal exigí que me tratará”.
La chica trans, dijo que es abogada y actualmente se dedica al tema de la construcción, detallando que ha sido complicado tener que lidiar con la discriminación por el tipo de preferencia sexual que ha decido ejercer, pues ella dijo sentirse como una mujer y como tal quiere que exista equidad de género.
Álvarez Soria, comentó que puso una denuncia tanto en el Ministerio Público como en Derechos Humanos a fin de pedir que sean respetados sus derechos, las autoridades en este caso de la policía municipal y ministerial, ofrezcan una disculpa y el cese de los elementos que actuaron en su contra al detenerla, cuando no hubo un delito y por lo tanto el juez calificador ni siquiera le cobró algún tipo de multa.
Definitivamente más alla de la aceptación entre personas dentro de una sociedad, es cuestión de respeto hacia los semejantes, que lastima que nuestras autoridades, bajo sus atribuciones como servidores públicos no cuentes con la capacidad de actuación para un trato humano.