Abasolo, Guanajuato.- Héctor Burgos de 54 años es un veracruzano que llegó a Abasolo para quedarse y “tatuarse” el nombre de Guanajuato por medio de sus costumbres y tradiciones relacionadas a la danza. El hombre es profesor de danza, ha sabido combinar la enseñanza en el aula con destrezas que han ayudado a sus alumnos a desenvolverse en otros ámbitos.
El abasolense por adopción, relató que llegó en el año de 1983 cuando se fundó el CBTis y el director de la institución de nombre Salvador Márquez Tamayo, lo invitó para hacerse responsable del laboratorio de prácticas.
Héctor originario de Atoyac, Veracruz, mencionó que dentro de las actividades que había en la escuela, fue el inicio en su faceta como maestro de danza, pues expresó que no sabía bailar y mucho menos organizar un bailable.
“Tuve que investigar el folclor de Guanajuato, tuve que irme a la Sierra de Xichu a conocer el Huapango Arribeño, a San Miguel de Allende y a Dolores Hidalgo, para conocer los concheros, la danza de sonaja en Comonfort y así sucesivamente para aprender” dijo el profesor.
Entre sus recuerdos, Burgos dijo que uno de los eventos que lo han dejado marcado, fue el Festival Internacional del Folclor llevando la bandera mexicana en Zacatecas, aunque no todo fue agradable, detallando que en una ocasión el presidente municipal de una localidad, les dijo “yo pedí un evento de calidad no simples bailarines, nos apagó la música; nos llevamos a la gente al kiosco que nos viera bailar”.