Por: Jazmín Padilla.
En distintas religiones, las plantas han jugado un papel destacable en sus pasajes. La biblia y los evangelios, son las principales guías en la doctrina de la religión católica hace notar algunas plantas representativas de muchos de sus pasajes.
El primer evento citado es en el día 3 de la creación que, de acuerdo al libro del Génesis, es donde surge la vegetación: «Que de la tierra brote vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que den frutos con semillas. Estas semillas producirán, a su vez, las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron».
En este mismo libro, se menciona al ciprés, el árbol de donde se obtuvo la madera para la construcción del arca de Noé. Una vez que Noé emprende su travesía a través del diluvio, es una paloma que lleva una rama de olivo anunciando que la tierra está cerca. El olivo es ampliamente mencionado en los pasajes bíblicos y representa la relación especial de Dios con su pueblo como símbolo de paz, prosperidad y fecundidad.
Otra planta con alto valor simbólico en la Biblia es el romero. Es mencionado como un ingrediente incluido en las ofrendas a Dios. También se vincula con la protección y purificación según las escrituras, pues en el libro del Éxodo, se detalla la mezcla de romero, mirra y cálamo para la preparación del agua de purificación. Es destacable que, hasta nuestros días, esta planta es utilizada en miles de hogares mexicanos como elemento para protección contra el mal, al igual que como se menciona en las escrituras.
La Semana Santa es iniciada por el evento de Domingo de Palmas o Domingo de ramos, y el cual rinde tributo a la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. La multitud, con alegría y ovación, utilizan ramas de palma en señal de triunfo y victoria. Actualmente, los artesanos mexicanos tejen con hojas de palmas acompañadas de hojas de eucalipto y manzanilla, entre otros elementos, una gran variedad de formas y tamaños para revivir este pasaje bíblico.
La manzana, símbolo del primer pecado de la humanidad ante la desobediencia de Eva, es una de las representaciones más icónicas del catolicismo. Sin embargo, en realidad la Biblia se refiere al “fruto del árbol”; no especifica el tipo de fruto. La conexión entre la manzana y el pecado original se ha adoptado a lo largo de los siglos debido a una doble traducción del latín, de la palabra “malum” que significa “mal” y “manzana”.
El árbol de Judas, donde el apóstol decidió morir. El nombre de este árbol surge de uno de los eventos claves en la historia de la vida de Jesucristo. De acuerdo al Evangelio de Mateo, se dice que Judas, el apóstol, abrumado por la culpa tras haber traicionado a Jesucristo, decide suicidarse ahorcándose. Cuenta la leyenda que en el lugar del beso de Judas se encontraba un árbol llamado ciclamor, que es donde Judas decide terminar con su vida. También se dice que, para redimir la reputación del árbol, Dios le otorga al ciclamor una destacada floración en tonos rosados para que fuera aceptado y admirado por los hombres.
El trigo es un elemento destacado en el Nuevo Testamento, representa prosperidad, bendiciones y el bien haciendo alusión a los hijos del Reyno de los Cielos. Citando el Evangelio de Mateo, existe una parábola señalando que el Reyno de los Cielos es semejante a un hombre que sembró una buena semilla en su campo.
Existen, además, una gran variedad de plantas ornamentales cuyo nombre común ha sido inspirado en personajes y eventos bíblicos. Algunas de ellas son la cuna de Moisés, la corona de Cristo, el corazón de María, el cordón de San José, el rosario, la costilla de Adán, camino al cielo, el árbol de Judas, el lirio de la paz, guantes de la Virgen, el cardo mariano, la flor de la pasión o pasiflora, hierba de los ángeles o Angélica, laurel de San Antonio, la hierba de San Juan, entre otras.
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