Moscú
Los restos del carguero ruso Progress M-27M, que se desvió de su órbita tras ser lanzado hace nueve días a la Estación Espacial Internacional (EEI), caerán mañana viernes sobre la Tierra, informó hoy la agencia espacial rusa Roscosmos.
Según estimaciones de los expertos de Roscosmos, la nave de carga, lanzada el pasado 28 de abril, dejará de existir el 8 de mayo, aproximadamente entre las 00:45 y las 06:36 horas de Moscú (tres horas menos GMT), precisó la agencia espacial.
Indicó que el Progress arderá completamente en las capas densas de la atmósfera de la Tierra y sólo algunos fragmentos pequeños podrán alcanzar la superficie terrestre.
En cuanto al lugar de la caída, Roscosmos dijo que lo precisará en las próximas horas, aunque ya especialistas calcularon el martes pasado que sería en el océano Atlántico, según el sitio informativo ruso Sputnik.
Sin embargo, el Mando Estadunidense de Defensa Aeroespacial (NORAD, por sus siglas en inglés) estimó que la nave rusa caerá en aguas del océano Pacífico, cerca de las costas estadounidenses, en torno a las 13:30 horas GMT del viernes.
Las industria aeroespacial recomendó no infundir pánico entre la población sobre el peligro del carguero de fabricación rusa, que sufrió su primera avería en cuatro décadas.
El carguero, con casi 2.5 toneladas de suministros para la Estación Espacial Internacional, fue lanzado el pasado 28 de abril desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, pero se situó en una órbita errónea y dejó de enviar datos a la Tierra.
Después de varios intentos fallidos por recuperar el control de la Progress, los técnicos rusos observaron que el carguero giraba a gran velocidad sobre su propio eje, imposibilitando cualquier intento de maniobrar para acercarse y acoplarse a la EEI.
Como consecuencia, el carguero comenzó a caer a la Tierra de manera descontrolada desde la órbita donde se había colocado. La tripulación de la EEI -tres astronautas rusos, dos estadunidenses y una italiana- cuenta a bordo con suministros suficientes, incluidos combustible, agua, alimentos y oxígeno, para continuar con normalidad su vida en el espacio.