Salamanca, Guanajuato.- Esperanza Vázquez de 24 años de edad, se convirtió en madre por primera vez a los 21 años de edad, sin embargo, a decir de ella, por negligencia médica, lamentablemente perdió a su primera hija quien murió dentro de su vientre una semana antes de nacer.
“Yo no pude ir a sepultarla porque estuve internada en una clínica particular, ahora tengo un ángel en el cielo llamada Romina Guadalupe, quien nos cuida desde allá”.
Actualmente, Esperanza volvió a dar a luz hace 5 mese a otra niña de nombre Paula Regina, quien junto con su familia acudió a visitar al Cristo Negro del Señor del Hospital en Salamanca, a darle gracias por permitirle tener a su hija con salud.
“La experiencia de ser madre ha sido difícil por muchas cosas que he pasado, pero también es bonita, Dios me permitió tener una gran bendición que es mi hija, está viva y con salud” dijo la joven madre quien comentó que hace 5 meses se había enfermado de Covid-19, razón por la que se encuentra en silla de ruedas, ya que debido a las secuelas que le dejó el virus, perdió la sensibilidad de su mano y pie izquierdo, encontrándose actualmente en terapias de rehabilitación para recuperar la movilidad de sus extremidades, pues le ha costado trabajo cargar a su hija porque tiene adormecidas sus extremidades.
Actualmente, Esperanza dijo que se encuentra de incapacidad, motivo por el que no ha podido asistir a trabajar, pero ya tiene deseos de recuperar su vida con “normalidad”, dándole gracias a su mamá, la señora Paula Almanza, quien la ha apoyado mucho, siendo una gran madre y un amor de abuelita.