Por Margarita P. Arton.
Irapuato, Guanajuato.- Algunos hijos han continuado con el legado de sus padres vendiendo en los puestos que con tanto esfuerzo tenían en el Mercado Hidalgo; Juana Vargas Zamarripa a los 25 años de edad enviudó y comenzó a trabajar vendiendo pedazos de telas y luego continuó con bonetería y rebozos, ahí su hija María Amalia Soto Vargas de ahora 64 años la acompañaba todos los días, le llevaba de comer y pasaba tiempo con ella hasta su muerte 6 años atrás.
“Ella era viuda, nosotros teníamos 3 años y pues ya empezó ella a trabajar y ya tiene 6 años que cumplió este abril que pasó que falleció. Yo venía cuando estaba soltera luego me casé y comencé a venir ya más grande aquí con ella a traerle de comer y aquí me enseñé aquí, y ahora que falleció me vine y tengo 6 años aquí” recordó.
La comerciante tiene 6 años vendiendo en el puesto que era de su madre; María quiso continuar ofreciendo lo que su mamá tenía al inicio de su negocio.
María vivió un tiempo en Estados Unidos donde tuvo a su hijo único que a los 18 años partió con su papá, él la visita dos veces al año teniendo ahora 36 años.
Su vida es el Mercado Hidalgo
Un día en la vida de la comerciante es estar en su localito todo el día disfrutando de sus conocidos de otros negocios, desayuna, come y de ahí se va a su casa. “llego a las 9 de la mañana, aquí almuerzo, aquí todo el día, por ejemplo, hoy solo he vendido una prendita, ya más tarde a veces ya hay algo, aquí también traigo mi comida y ya a las 6 de la tarde cierro y me voy a mi casa” narró.
La señora María recuerda que desde la mañana se iba con su mamá a ayudarle y que el mercado tenía más gente y vida, muy diferente a lo que es ahora, “cuando yo estaba soltera yo me venía desde la mañana, todo el día, era diferente el ambiente aquí y todo era diferente a ahora, se vendía más que ahora, ahora está más solo, si vendemos, pero no igual que aquel tiempo” explicó.
La vendedora comentó que las posibles causas de que no se venda como antes es debido a la economía y los centros comerciales donde venden lo mismo que ella, además de la central que se cambió más lejos “pues yo digo la economía y aparte de eso, son muchos supermercados, bueno no venden lo mismo, pero por ejemplo ya muchos ya venden pañuelos y cosas. En aquel tiempo la central de abastos estaba aquí por fuera, había bodegas no se fue hasta allá. Para la edad que yo tengo recuerdo cuando estaban aquí y vendían fruta aquí por Leandro valle. Todos eran bodegas, como la central” dijo.
Y finalizó mencionando como le ha ido algo mal en sus ventas debido a la pandemia y pidiéndole a la gente que vaya a visitar su local.