Irapuato, Guanajuato.- Hasta hace 37 años, Jorge López Sánchez, es un maestro que ejercía su profesión de docente en nivel primario, sin embargo dejó la docencia para dedicarse al comercio atendiendo la mercería y botonería “Casa Pali” ubicada en el exterior del mercado Benito Juárez, Jorge comentó que el negocio lo inició su esposa en 1972 y tiempo después decidió ayudarle con el negocio a su esposa.
Durante su etapa como profesor de primaria que duró 27 años, Jorge dijo que su mayor satisfacción fue educar a sus alumnos, verlos crecer y su cambio en su forma de ser y sus hábitos.
Jorge López manifestó que a su negocio acuden clientes de mucho tiempo, incluso personas que de niños acudían a la mercería para comprar sus cuadernos y ahora regresan ya con hijos y con 40 ó 50 años de edad, cabe destacar que la “Casa Pali” vende productos de mercería como hilos, botones, broches, agujetas, pinturas para teñir, papeles y cuadernos.
“El negocio tiene desde 1972 hasta ahorita, y es familiar, la realidad es que esto es de mi esposa, yo vengo trabajando con ella desde hace 37 años, la tienda tiene ya bastante historia”, dijo Jorge.
“Lo relevante ya de tanto tiempo que tiene, es que viene gente así de tu edad , y me dicen oiga yo venía con usted a comprarle sus cuadernos hace 30 años y ahora ya traigo familia, y no son poquitos es mucha gente, hay personas ya muy mayores que vienen y que en ese tiempo han de ver tenido unos 10 años y ahora 40 o 50 años”, comentó.
El comerciante dijo que hay productos que por moda dejan de ser solicitados por sus clientes, por el ejemplo los botones de algunos colores que “pasan de moda” y dejan de pedirse por un buen tiempo hasta que vuelven a estar de moda, así mismo Jorge manifestó que en la mercería siempre procuran la constante innovación sus productos.
“Aquí son modas las que se manejan y las modas siempre vuelven, simplemente dejan de pedirse por un tiempo y luego regresan las modan, por ejemplo los botones, hay mil modelos y que en su momento ya no se mueven, duran 6 años sin moverse y derrepente vuelven, lo más curioso es que lo que antes en el campo lo llamaban como ranchero hoy lo utiliza la gente en la ciudad, puros colores rancheros”, finalizó.