Ciudad de México
La separación de Mireya Agraz y Leopoldo Olvera, su expareja, se convirtió en una guerra por la custodia de sus tres hijos: Un niño de nueve años de edad y sus gemelas de seis.
Todo terminó la noche del miércoles en una residencia de San Jerónimo Lídice, en Magdalena Contreras, donde los menores, el abuelo y Mireya murieron por intoxicación provocada por fármacos. La abuela sobrevivió y se encuentra grave en un hospital.
Según el abogado del padre de los niños, Miguel Saucedo, la mujer se puso de acuerdo con los abuelos para quitarles la vida y suicidarse.
En la nota póstuma de Mireya decía que no quería entregarles a los hijos a su padre, a Leopoldo, el exesposo de Mireya, que por eso prefería entregárselos a Dios y que en el caso de que estuvieren con vida, los matare el que los encontrare”, detalló el abogado.
En la recámara había una pistola, una biblia, dinero para gastos funerarios y un recado que, según la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, fue escrito por el señor Enrique, abuelo de los menores, dirigido a su hijo del mismo nombre:
Nos tomamos un coctel de pastillas molotov… si no nos hizo a tu mamá y a mí, danos un tiro con la 25 a cada uno, Quique”.
Mireya había denunciado a su exesposo por violencia intrafamiliar, incumplimiento de pago de alimentos y en dos ocasiones por supuestos abusos sexuales contra su hijo mayor y una de las niñas.
En 2011 iniciaron dos juicios en los Juzgados 10 y 11 de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, también hubo averiguaciones en la Procuraduría capitalina donde, basados en dictámenes periciales, se determinó que no había responsabilidad del padre de familia.
El juez 11 de lo Familiar consideró que había “alienación parental”, es decir, influencia de la madre hacia los hijos contra el padre, por eso, Mireya debía entregar la custodia de los niños a su padre, determinación que se tomó esta semana.
En el Tribunal Superior de Justicia indicaron que están impedidos para dar información de juicios familiares.
Mireya y su padre fueron enterrados este viernes; Leopoldo Olvera se encargó del sepelio de sus tres hijos.