Los Voladores de Papantla presentes en la feria de Irapuato

Una tradición que se ha heredado de generación en generación hace más de 2 mil 500 años

Irapuato, Guanajuato. – El grupo de los Voladores de Papantla, también conocidos como “Pájaros de la Tierra”, estará presentes en la Feria de las Fresas 2024 ofreciendo presentaciones llenas de historia y tradición.

El ritual ancestral, asociado con la fertilidad y practicado por nativos totonacos, ha sido transmitido de generación en generación. El grupo, perteneciente a la zona norte de Veracruz, compartió algunos detalles sobre la preparación y el simbolismo detrás de esta ceremonia.

Desde temprana edad, los integrantes de este grupo se preparan para dominar el arte de volar. Comienzan a los 8 años en escuelas especializadas en Papantla, donde aprenden a superar el miedo a la altura y a mantener un equilibrio perfecto mientras realizan la danza en lo alto.

Significado de la vestimenta:

La vestimenta utilizada durante el ritual tiene diferentes significados, la vestimenta representa en el cielo el vuelo de las aves, el color rojo representa la sangre de aquellos que han caído durante el vuelo, el blanco simboliza la pureza, mientras que los listones multicolores están asociados con la primavera y la naturaleza.

La danza del volador, también conocida como Kos’niin o “vuelo de los muertos”, es un saludo al Padre Sol y una petición a la lluvia para que fertilice la tierra.

La ceremonia tiene más de 2 mil 500 años de antigüedad, simboliza los cuatro puntos cardinales a través de los cuatro danzantes principales y su descenso hasta el suelo representa la caída de la lluvia.
El proceso de volar:

Los hombres ascienden al palo y se lanzan al vacío desde un tecomate giratorio, mientras el caporal dirige la música con un tambor y una flauta de notas prehispánicas. Los movimientos de los danzantes en el aire, sincronizados con la música, reflejan la conexión profunda entre el hombre y la naturaleza.

Los danzantes comienzan a danzar en el aire con los brazos extendidos y con la mirada al cielo, al ritmo de la música indicada por el caporal.

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