Irapuato, Guanajuato.
Esta Navidad muchas personas se reunirán para celebrar en familia y disfrutar de una cena pero Mateo Ramírez Guerra músico de profesión, aún no sabe si este año pasará esa fecha con su familia o saldrá a la calle a tocar para ganar unos centavos y tener qué comer al siguiente día.
Las condiciones económicas en las que vive no le permiten darse un “lujo” así, “a veces no hay para disfrutarlas, aunque deberíamos disfrutarlas, de alguna u otra manera las disfrutamos porque son nuestras fiestecitas”, dice.
Mateo Ramírez viudo desde hace más de 20 años, vive con su hija y cuatro nietos, en una casa humilde en la que visiblemente se observa su pobreza.
Mientras comenta que aún no planea nada con su familia para el día de Navidad, en el patio de su casa Mateo arregla su guitarra, instrumento que le ha ayudado a ganarse la vida durante muchos años al salir a las calles a cantar y entonar algunas melodías como medio de sustento.
“Me la paso tocando por los puestos, la gente me ayuda me coopera, pues es todo lo que puedo hacer, ya no hago otra cosa, descuidamos nuestro tiempo y no conseguimos un trabajo para pensionarnos y ya no nos ocupan en un trabajo, ya no se puede”.
Y es que para el señor Mateo significa decidir entre trabajar o pasar un día en familia en el que no sabe si al siguiente después de la fiesta habrá algo en su mesa, por lo tanto explica que si ese día se reúne con su familia “tendremos que buscar algo baratito, no hay dinero”.
Algunos de los deseos del señor Mateo para el próximo, año es que su familia siga unida y por buen camino, no pide más.