Salamanca, Guanajuato.- “Me da mucha tranquilidad y mucha paz el saber que ya voy a estar vacunada, pero lo que me preocupa es mi mamá” dijo con mucho sentimiento, tapando sus ojos para no mostrar sus lágrimas, María Vázquez Morales de 64 años de edad.
La señora María Vázquez, acudió a la clínica del IMSS en Salamanca, a recibir la segunda dosis de la vacuna contra el Coronavirus, mencionando afligidamente, que su mamá no ha sido vacunada debido a que tiene gangrena en un pie, motivo por el que no se puede mover.
“Estoy muy preocupada por ella, me hubiera gustado mucho que también se vacunara, pero no la puedo traer, está muy malita, ya quisiera regresarme a mi casa porque la dejé solita y sin almorzar” dijo llorando la señora María, quien se encontraba formada en la fila en espera de su turno.
Al mismo tiempo, María comentó que cuando le tocara entrar a vacunarse iba buscar la manera de pedirle a una enfermera que le hiciera el favor de ir hasta su casa para vacunar a su mamá, “Dios quiera que si se pueda, que se apiaden de ella y quieran vacunar a mi madre, le ruego al señor que toque los corazones de las enfermeras y la vacunen”.
Sin embargo, agregó que a pesar de que ella ya iba a completar su esquema de vacunación con esta segunda dosis, no estaba del todo satisfecha, porque quiere que su mamá tenga la misma oportunidad.