Una boda muy especial para una niña de once años. Lo que podría parecer una verdadera locura, es en realidad un gran gesto de amor de una pequeña hacia su padre y visceversa.
El sueño de muchas chicas es llegar al altar del brazo de su padre el día de su boda. Eso será imposible para la pequeña Josie Zetz de once años. A su padre Jim, de sesenta y dos años, le queda muy poco tiempo de vida: el hombre padece cáncer de páncreas y su enfermedad ya está en la etapa final.
Una gran idea se le ocurrió a la fotógrafa Lindsay Villatoro de “Love Song Photography”, quien conoció a familiares de Josie durante una sesión de fotos familiar, al escuchar que la pequeña estaba triste porque sabía que su padre no podría acompañarla el día de su boda.
Con el apoyo de amigos y familiares, la fotógrafa organizó una ceremonia muy especial para padre e hija. Simularon una boda y Villatoro captó con su cámara el momento en que la pequeña, vestida de blanco, caminó hacia el altar de la mano de su orgulloso padre.
Durante la emotiva ceremonia, el pastor Gary Calbraith dijo: “Tu padre tal vez no te vea al momento de casarte, pero aquí está hoy, para conducirte hacia el altar”. Y los declaró oficialmente “padre e hija”.
Villatoro dice que la pequeña que lucía feliz y a la vez triste durante la ceremonia dijo que fue el mejor día de su vida y uno que jamás olvidará.
Por: Davinchi.
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