Pénjamo, Guanajuato. La Pandemia Covid-19 vivenciada En El Hogar (Padres E Hijos) es un documento que analiza el impacto del en las dinámicas familiares, destacando cómo el aislamiento social forzó a las familias a adaptarse a nuevas rutinas y convivir constantemente, lo que provocó conflictos y estrés.
Las familias enfrentaron problemas como la escasez de recursos tecnológicos y mala conexión a internet, además de la lucha por mantener la armonía en medio de contagios y temores económicos; se observó un aumento en la necesidad de terapia psicológica para abordar las secuelas emocionales.
El texto explora cómo algunas familias se fortalecieron mediante la unión y actividades conjuntas, mientras otras se vieron afectadas por la falta de espacio personal y comunicación. La salud mental de niños, adolescentes y adultos se deterioró, con un notable incremento en la ansiedad y otros problemas emocionales. En conclusión, la pandemia subrayó la importancia de la empatía, la resiliencia y el apoyo emocional dentro de las familias.
La pandemia COVID-19 vivenciada en el hogar (padres e hijos) desde la psicología
A principios del año 2020 fue detectado un virus que provocaría un caos total en todo el mundo, un virus que fue nombrado como “COVID-19”, el cual terminaría con muchas vidas humanas y que nos aislaría los unos a los otros, cambiando la cotidianidad de nuestras vidas, causando así una problemática en aspectos económicos, físicos y psicológicos.
Existiendo así un desborde en muchos aspectos del ser humano, la familia fue un punto bastante vulnerable, ya que los roles de cada integrante familiar estaban marcados y, al romper con esta rutina, cada integrante se mostró afectado, por lo que podría haberse visto complicado el readaptarse a esta nueva forma de vida, así como superar las crisis y desarrollarse en su medio llamado “hogar”.
Al escuchar la palabra “hogar” generalmente podemos imaginar un lugar seguro, en el cual nos podemos proteger ante las adversidades, como fue el caso del COVID-19; sin embargo, al ser este el lugar mediante el cual nos “protegíamos” de los problemas en los que nos enfrentábamos al exterior, el hogar pudo convertirse también en un campo de guerra, donde cada integrante sufría su propia batalla, por lo que podemos destacar el tema de la familiar en este ámbito.
Para saber cómo funcionaba la familia en tiempos de pandemia, es importante conocer el concepto. “El funcionamiento de la familia se refiere a la forma habitual y relativamente estable en que se relaciona el grupo internamente, al conjunto de relaciones interpersonales intersubjetivas que ocurren en el interior de cada familia y le proporcionan identidad propia” (Vera, Pérez, López, Martínez y Quintosa, 2020, p.42), por lo que se entiende que cada familia tiene funcionamientos distintos, gracias a sus costumbres, acuerdos y organización, no obstante, se puede deducir que todas las familias sufrieron cambios en su funcionamiento a causa de la contingencia.
En el hogar se han visto diversas batallas entre la familia, puesto que la mayoría de las actividades que se realizaban en el exterior se presentaban de manera “online”, por lo que podía haber enfrentamientos a la hora de que los padres presentaran sus actividades laborales y los hijos las académicas, que logró haber sido un conflicto por la escasez de aparatos electrónicos, la mala conexión de internet al usarla todos al mismo tiempo y algunos otros aspectos.
Otro conflicto frecuente fue el mantener una armonía en la familia, ya que existían casos de integrantes aislados en su habitación por el contagio de COVID-19, de igual manera, se presentaban los problemas, como el buscar causantes de dicho contagio, las frustraciones económicas o el miedo a ser contagiados; por el otro lado, la persona contagiada podía sentirse aún más aislada, sin fuerzas y con afectaciones en su salud, no solo física, también mental.
Las casas en la modernidad fueron diseñadas para relajar las exigencias del mundo exterior no para llevar toda la vida en su interior. Se entiende entonces el grado de neurosis que ha provocado el confinamiento. Ahora se ha producido un habitar permanente y simultaneo de todos los que cohabitan. Se traslapan espacios y horarios, se invaden lugares (recamará como estudio, comedor como lugar para video llamada, uno o dos sanitarios para 5 o seis personas).
Es evidente que estos solo son algunos pocos de los problemas que se mostraron durante la cuarentena que colocó a las familias en un estado de vulnerabilidad, desbalance en las emociones de cada individuo y poniendo en prueba la resiliencia, lo que ha generado que, en la actualidad, el aumento de personas acudiendo a terapia psicológica haya sido muy notable, principalmente para abordar las secuelas emocionales.
El propósito de este ensayo es analizar algunos comportamientos generales vistos en la mayoría de los casos de familias en situación de pandemia, comenzando con la creación de rutinas en consecuencia al aislamiento social, así como miedo y ansiedad que pudieron sufrir las personas, el clima familiar, los problemas, las crisis y la adaptación de la familia, con el fin de aprender de experiencias pasadas para afrontar de manera adecuada futuras problemáticas que puedan notarse similares e implementar el bienestar psicológico con medidas de apoyo emocional, empezando en el hogar con la familia.
El aislamiento social
Es aislamiento social ocasionó un fuerte impacto en la dinámica de la familia, de manera que cada familia tuvo que readaptarse a este nuevo estilo de vida donde, forzosamente, debían de convivir día con día, lo que causó que pudiesen haber existido varios conflictos, estrés y, de cierto modo, separaciones entre los integrantes, debido a que no se había generado aún una buena comunicación.
Los adultos de la familia se angustiaban bastante por el miedo a ser contagiados, así como la incertidumbre que esto mismo provocaba, lo que hizo que sus niveles de estrés y ansiedad aumentaran. Se aplicó una prueba de estrés percibido-CEP en algunas familias vulnerables de Ecuador donde el resultado fue el siguiente:
El aislamiento social está fuertemente relacionado con el estrés emocional provocando en las familias un impacto emocional negativo debido a que se observa que prevalecen los sentimientos de soledad, frustración, miedo e incertidumbre, desesperación, y sobre todo la tensión emocional que provoca en ellos la pandemia…
Se dice que tanto los niños como los adolescentes se mostraron más vulnerables por esta situación a causa de no tener contacto con amigos que frecuentaban, inclusive con sus compañeros de clase, así como el no poder realizar las actividades que solían practicar, como el deporte o actividades recreativas, por lo que podían sentirse más frustrados, ansiosos e inclusive depresivos. Esto causaría que los jóvenes no desarrollaran adecuadamente sus habilidades educativas, ya que las clases en línea no los motivaban; sus habilidades sociales se vieron mermadas y el reconocimiento y control de las emociones afectados.
Sin embargo, gracias a un estudio fenomenológico realizado hacia 22 adolescentes de alrededor de 12 a 17 años en Perú, se pudo identificar que los adolescentes también sentían felicidad al compartir momentos agradables en familia (Gutierrez Huyhua, 2020), lo que hace reflexionar que puede rescatarse algo positivo dentro de lo negativo.
Relaciones familiares.
Durante la pandemia, las relaciones familiares podían tomar dos rumbos, el perjudicarse o bien, el hacerse más unidos. Sin embargo, podían existir momentos en los que la familia se mostraba perjudicada y eso ocasionaba la unión para que todos salieran adelante.
Aquellas familias que se vieron perjudicadas fueron las que tenían una carga excesiva por la escuela o el trabajo y las crisis económicas, puesto que la pandemia causó que mucha gente quedara desempleada, por ende, no tendrían los recursos necesarios para sobrellevar la contingencia. “Las familias más vulnerables son quienes más han sido afectadas por la pandemia generada por el COVID-19, principalmente en su empleo, ingreso y medios de subsistencia” (Gonzalez Nivia, 2021).
También la falta de espacio personal y de buena comunicación, así como la misma enfermedad o la muerte, generaba que hubiera varios problemas de estrés, ataques de ansiedad, discusiones y peleas frecuentes y frustración en muchos de los casos.
Las familias que lograron formar un lazo de confianza, armonía y apoyo mutuo, son aquellas que se hicieron más unidas. El hecho de sentarse juntos y tener la iniciativa de resolver los problemas de manera pacífica era un gran avance para hacer que el lazo familiar se fortaleciera aún más.
Algunas actividades podían verse insignificantes como el ver películas juntos, jugar juegos de mesa o contar anécdotas pasadas, sin embargo, la buena actitud de los miembros familiares hacía que estas actividades se volvieran agradables y olvidaran por momentos la situación que se estaba viviendo.
Existen algunos parámetros que se pueden considerar para mejorar la convivencia familiar, como lo menciona Intermedia:
· Fomentar el diálogo en los miembros familiares considerando los distintos puntos de vista.
· Reflexionar sobre la oportunidad para conocernos más a nosotros mismos.
· Organizar el día a día.
· Ver a la otra persona como miembro fundamental de la familia a pesar de las diferencias.
· Tener un espacio para comunicarnos y llegar a acuerdos sanamente.
· Fomentar el sentido del humor para tener una actitud positiva.
· Comprender que en los conflictos no hay ganadores ni perdedores.
· (s.n., 2020)
Salud mental.
La salud mental en tiempos de pandemia se notó sumamente afectada alrededor del mundo, perjudicando a jóvenes, adultos y niños, por lo que en el hogar cada integrante debía lidiar con sus propios problemas causados por estrés, ansiedad, miedo, depresión y algunas otras emociones y sentimientos, que pudieron haberse convertido en trastornos hoy en día.
El sentimiento que más caracterizó a la contingencia por COVID-19, sin duda fue la ansiedad, pero en sí ¿qué es la ansiedad?…
Sandín y Chorot (1995) definen la ansiedad como una respuesta del organismo que se activa ante situaciones de amenaza o peligro tanto físico como psíquico, que busca brindar al organismo la energía para poder lidiar con la situación mediante una respuesta de huida o agresión… (Montes Iván & Romo Tania, s.f.).
Al conocer esto, se sabe que la ansiedad puede hacerse presente en distintos momentos y de diferentes formas, también puede venir acompañada de ira, nerviosismo, irritabilidad o algunos otros problemas, sin embargo, es importante resaltar que cuando se presenta de manera frecuente se convierte en un problema de salud mental que debe atenderse lo más pronto posible.
En la familia, la ansiedad acompañaba a los padres en momentos de crisis económicas, en sus empleos, en pensar en la educación y necesidades de los hijos y en cuidar la salud de todos. “Abordar las enfermedades mentales de los padres no sólo mitiga los efectos nocivos sobre la salud de los niños, sino que aumenta las capacidades de los niños para gestionar otros factores de estrés” (Joan de Déu, 2020).
En cuanto a los hijos, podía verse la ansiedad cuanto se trataba de la escuela, ya que la educación en línea no era muy favorecedora y hacía que los alumnos sufrieran más depresión y ansiedad. El aislamiento social también es un factor clave para que decayera su salud mental, pues tan solo al estar al aire libre favorecía el aumento de serotonina, lo que hacía que los niños se sintieran más felices, pero al estar encerrados, los niños fácilmente podían tener cambios emocionales muy notorios.
Una encuesta realizada por Karen Dineen Wagner en el 2020 a niños y jóvenes de entre 3 y 18 años, de Italia y España, se presenta como fue su impacto emocional en la cuarentena mostrando los siguientes resultados: Dificultad para concentrarse (76,6%), aburrimiento (52%), irritabilidad (39%), inquietud (38,8%), nerviosismo (38%), soledad (31,3%), desasosiego (30,4%) y preocupación (30,1%) (Partha, 2021).
Conclusión:
La pandemia puso a prueba muchas situaciones en las que las familias no se encontraban preparadas para enfrentar, el separarse de amigos, compañeros y otros familiares no fue nada fácil. Tomar clases en línea o trabajar desde el hogar, no resultó como se esperaba. Empezar a convivir y formar una nueva dinámica familiar que fuera funcional no siempre salió como lo planeado, sin embargo, también fue una gran oportunidad para conocer más a aquellas personas con las que vivimos pero que nunca se había tenido el tiempo para compartir juntos y fortalecer los lazos familiares.
Actualmente, muchas de las personas siguen mostrándose afectadas por todo lo sucedido durante la pandemia COVID-19, alumnos con rezagos académicos, adultos con deudas, pérdidas familiares y afectaciones en la salud mental, solo por mencionar algunas de ellas, es por lo que debemos mostrarnos
más empáticos, valorar a aquellas personas que siguen con nosotros y, de ser necesario, recibir atención psicológica y médica adecuadamente.
REFERENCIAS
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Amalia, B. B. (2020). Estrés emocional debido al aislamiento social por la pandemia COVID-19 en padres de familias vulnerables. Polo del Conocimiento, 579-591.
Gaytán Alcalá, F. (06 de Mayo de 2020). Conjurar el miedo: El concepto Hogar – Mundo derivado de la pandmeia COVID-19. Obtenido de Repositorio La Salle: https://repositorio.lasalle.mx/bitstream/handle/lasalle/1457/2635-Documento%20principal-15114-2-10-20200506.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Huyhua, G. (2020). Sentimientos de los adolescentes frente al aislamiento social por la COVID-19 desde la metodología fenomenológica. Revista Cubana de Enfermería, Vol. 36.
Nivia, G. (06 de Mayo de 2021). Familias afectadas por la pandemia. Obtenido de Save the Children: https://www.savethechildren.mx/familias-afectadas-por-la-pandemia/
s.n. (19 de Mayo de 2020). La pandemia como oportunidad para fortalecer la familia. Obtenido de Intermedia: https://intermedia.ulpgc.es/la-pandemia-como-oportunidad-para-fortalecer-la-familia/
Sant, J. d. (08 de Octubre de 2020). La salud mental de padres y madres durante la pandemia de COVID-19 afecta a los hijos. Obtenido de Faros: https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/salud-mental-padres-madres-durante-pandemia-covid-19-afecta-hijos
Tania, M. I. (s.f.). Reflexionando en torno a la ansiedad: Definiciones, teorías y malentendidos . Obtenido de Researchgate: https://www.researchgate.net/profile/Ivan_Montes-Nogueira/publication/319128645_Reflexionando_en_torno_a_la_ansiedad_definiciones_teorias_y_malentendidos/links/599320ca458515c0ce61f04e/Reflexionando-en-torno-a-la-ansiedad-definiciones-teorias-y-malentendi
Vera, P. L. (2020). Funcionamiento familiar durante la pandemia: Experiencias desde el psicogrupo adultos vs COVID-19. Revista cubana de psicología, 42-49.
Por: FATIMA RUBÍ ALVARADO RODRÍGUEZ, VANESA BERENICE GIL OCEGUERA y DENISSE ALEJANDRA RINCÓN VÁZQUEZ