Abasolo, Guanajuato.- En el mercado municipal, Mario González Castillo, de 71 años, ha sido un rostro familiar durante casi tres décadas, este comerciante, junto con su esposa, han llevado adelante un negocio de licuados y jugos, resistiendo los vaivenes del tiempo.
La tradición familiar se remonta a más de 50 años cuando el abuelo de Manuel Mares hijo de Mario González, inició la travesía como comerciante vendiendo frutas en los portales; con el tiempo a la familia se le ofreció el trasladó al mercado municipal.
La esposa de Mario, con más de 40 años dedicados al negocio, ha sido el pilar fundamental de los licuados y jugos. La pareja, unida por más de 30 años de matrimonio, ha superado juntos desafíos, siendo la pandemia uno de los más recientes.
Aunque las ventas de jugos han experimentado una disminución, el compromiso persiste.
Mario mencionó que la instalación de comedores en el mercado, es muy buena ya que los antiguos estaban en mal estado, algunos incluso rotos, la renovación no solo mejora la apariencia sino también la visibilidad de los negocios.
La historia del mercado municipal según se cuenta ha sido testigo de dos remodelaciones y un cambio de ubicación, debido a que los reubicaron cerca de Coppel en lo que se realizaba la construcción.
Manuel Mares, será en un futuro próximo el encargado del negocio familiar, ya que los padres de los locatarios más antiguos están pasando la antorcha a las nuevas generaciones.
La familia González sigue siendo un testimonio vivo de los negocios más antiguos con los que se cuenta en el mercado municipal.