Cuerámaro

La Cueva del Padre Torres

Algunas versiones afirman que las riquezas fueron arrojadas por una barranca, otros cuentan que todo quedó sepultado en el Fuerte de los Remedios

Cuerámaro, Guanajuato. – El sacerdote insurgente, José Antonio Torres, originario de Quiroga, Michoacán, se unió a la lucha por la independencia de México en 1815. En ese año, decidió establecerse en el Fuerte de los Remedios, también conocido como el Cerro de los Remedios o de San Gregorio, un sitio Ubicado en la sierra de Pénjamo, que hoy conocemos como Cuerámaro.

El Fuerte de los Remedios se convirtió en el escenario de un enfrentamiento en 1817, cuando las fuerzas españolas atacaron el lugar con una bandera negra que simbolizaba un anuncio de exterminio. La batalla se prolongó durante toda la noche, pero el padre Torres logró escapar en dirección a Panzacola. Según la leyenda, algunos insurgentes lo persiguieron, llevando consigo mulas y burros cargados de dinero y barras de oro y plata.

Se dice que el padre Torres, en un acto desesperado por proteger su “tesoro”, asesinó a las personas que lo acompañaban. Algunas versiones afirman que las riquezas y las barras de oro fueron arrojadas por una barranca junto a los cuerpos de las víctimas. Otros cuentan que todo quedó sepultado en el Fuerte de los Remedios, ahora conocido como la Cueva del Padre Torres.

José Antonio Torres no vivió mucho tiempo para contar su riqueza. A finales de 1818, fue asesinado en una hacienda cerca del municipio de Silao, llevándose consigo el secreto de la ubicación de su tesoro en la tumba.

El legado de esta historia, sin embargo, tuvo un impacto duradero en la región. Durante años, el Cerro de los Remedios fue objeto de daño y excavaciones por parte de personas en busca del tesoro perdido. Pero hoy, esta sierra se encuentra como un área natural protegida y está prohibida cualquier forma de extracción o excavación en el lugar.

La Cueva del Padre Torres, ahora es un santuario natural que alberga una colonia de murciélagos, pero en el movimiento independentista, era un cuartel y se le conoce como la Cueva del Padre Torres.

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