Guanajuato, Gto.- José Alfredo Jiménez es el mayor poeta musical popular del siglo XX en México; desde niño mostró vocación por letras y música gracias al ambiente cultural y bohemio de su casa; fue un hombre que amó y desamó con intensidad y muchas de sus canciones se basan en sus vivencias; fue el macho derrotado que no insultó a la mujer.
Esos fueron los principales conceptos en el homenaje que se brindó al compositor en la Casa Museo Gene Byron con motivo de la celebración de sus 98 años de natalicio. Ahí hablaron Mauricio Vázquez, director editorial de La Rana; José Azanza Liera, sobrino nieto del compositor y director del Museo Casa de José Alfredo Jiménez; el jodealfrediano Carlos Navarrete y el autor del libro “El último trago”, el periodista e historiador Federico Velio Ortega Delgado.
Mauricio Vázques enumeró la obra que La Rana ha publicado sobre el dolorense. Destacó los dos más recientes libros: “Cuando te hablen de amor y de ilusiones”, de Paloma Jiménez Gálvez, hija del compositor; y “El último trago”, ensayo que sitúa a la obra de José Alfredo en el contexto histórico y cultural de su tiempo. Reeditarán otros dos libros para honrar la memoria del que calificó “el más grande poeta musical popular del siglo XX en México” y “el más grande poeta popular guanajuatense”.
Azanza Jiménez habló de los primeros pininos de José Alfredo en su niñez, de que cambiaba las letras de las rondas infantiles y compuso la primera versión de “Serenata huasteca”, dedicada a una joven dolorense cuando el vate era niño.
Carlos Navarrete explicó cómo quedó impresionado al conocer las letras de José Alfredo y resaltó que las nuevas generaciones siguen cantando a un hombre que amó y desamó y que llevó sus vivencias a sus canciones.
Velio Ortega, por su parte, explicó los conceptos desarrollados en el ensayo y anunció que realiza una segunda parte en la que analiza estructura y corridos compuestos por José Alfredo.