Irapuato, Guanajuato
El trabajador del campo y vendedor de fresas, J. Jesús Aguilar, dio a conocer cómo es que ha venido trabajando en los sembradíos la mayor parte de su vida, siendo que la fruta es un ícono de la ciudad.
Para J. Jesús Aguilar, la venta de fresa es el modo de ganarse el pan de cada día, pues con su amplia experiencia de más de 30 años, explicó que este producto tiene sus cuidados especiales y no todo el tiempo es temporada idónea para que se den.
“Está saliendo hasta rayada, porque tenemos todo el mes de enero que no sale el sol y ésta necesita agua y sol”. Comentó don J. Jesús Aguilar.
El comerciante explicó que las fresas rayadas son las que no tienen mucho color, como si tuvieran una franja blanquecina alrededor, a comparación de las maduras que ya están coloradas y listas para su consumo.
Don Jesús refirió que la mejor venta la tiene ofreciendo en los negocios, ya sea fuentes de malteadas, fondas, puestos de agua fresca, restaurantes o paleterías, en todo lugar en donde se maneje dicho fruto y aseguró que se le ha vendido bien, excepto desde que inició el año, pues el clima lluvioso y frío no ha permitido que se produzca en óptimas condiciones.
Dio a conocer que el precio de una canasta de fresas grande oscila entre los 100 y 120 pesos, incluso aseguró que ha vendido hasta 25 o 30 canastas cuando se va a ofrecerlas al centro de la ciudad, esto más en épocas de calor.
Una de las principales amenazas con las que cuenta la producción de fresa, son las plagas, tales como el pulgón o las chinches y dijo que para evitarlas recurren a ciertas medidas y técnicas a la hora del cuidado de los sembradíos.
J. Jesús Refugio dio a conocer que la fresa es muy socorrida por los negocios y el público en general, y comentó que cuenta con su propio terreno para plantarlas. Siendo la única fuente de ingresos que tiene, espera que en este tiempo de bajas temperaturas y lluvia tenga una mejor venta de este producto representativo de Irapuato.