
Guanajuato. Bajo la promoción de la morenista Miriam Reyes Carmona, el Congreso del Estado promovió una actividad para honrar el trabajo de periodistas de la entidad. No lo hizo como integrante de la 4T, sino como presidenta en turno de la Mesa Directiva. Es ahí donde el tema se puso interesante:
Pasaron el asunto al área de Comunicación Social y a su titular Juan José Sánchez Santiago “no le importó ser institucional”:
No verificaron que, a la misma hora y el mismo día, el área de cultura del Congreso había programado una “Charla de café” en el que el tema era la presentación de un libro editado, precisamente, por otro periodista.
Tampoco hubo un esfuerzo mayor por contactarse con las y los periodistas de la lista que les proporcionó Reyes Carmona. La tarea fue asignada a personal de a pie del área de comunicación, quienes no sólo tuvieron que hacer una tarea alejada de sus rutinas, sino sufrir el rechazo de uno de los invitados, un reconocido periodista leonés, que por su prestigio y personalidad debió ser abordado de manera diferente. Comunicación Social se resignó a un “pos ni modo”.
Si bien pude ser sano que un integrante del gremio exponga ante los propios, siempre está el riesgo de que no hay periodista ideológicamente puro. El ponente es un joven periodista leones, laureado y reconocido, pero que ha tenido posturas -en todo su derecho- críticas hacia Morena. Integrantes del grupo parlamentario morenista observaron el asunto, pero respetaron la designación.
El actual pastor mayor de la actual legislatura, Arturo Espadas, es bonachón. Pero su relación con los medios de comunicación no es institucionalmente la mejor.
Este año sólo habían hecho un insulso desayuno el 6 de junio. Se suponía que la actividad de este viernes 20 de junio era la celebración fuerte. La hicieron desde la facción: no es algo azul, no hay esfuerzo mayor.
A Espadas y otros diputados les molesta la prensa crítica. Recurrieron a la relación con el director de un diario leonés para que les retiraran una reportera que pisaba muchos callos legislativos. Es una legislatura tan clavada en su frivolidad que se pasan en las sesiones cuidando a un fotógrafo que suele tomarles fotos no aptas para presumir en redes digitales.
Como bien expresó uno de los veteranos del gremio que en el pasado fue generador de boletines en una legislatura: nunca habíamos tenido un área de comunicación social tan facciosa e ineficiente.
