Gran corrida de toros  marca historia, 5 orejas y 1 toro indultado

Irapuato, Guanajuato

La monumental Plaza Revolución presentó un lleno total en la histórica corrida que se llevó a cabo el día de ayer, con la presencia del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Silveti y el conocido como el “Armillita”, Fermín Espinoza. Silveti recibido siempre como en su casa por Irapuato se creció e indultó un toro, mientras que Espinoza en una muestra de técnica y concentración cortó 3 orejas, a su vez el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza se llevó otras 2.

El primero en salir a lidiar a los toros a cargo de la ganadería Begoña fue el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, quien e inmediato fue recibido con aplausos; a bordo de su caballo comenzó a lidiar con el inmenso toro y a pesar de no matar a la primera demostró la gran técnica que lo caracteriza a cargo de sus equinos. Fue hasta el segundo toro que el rejoneador cortó las 2 orejas pues mató a la primera, y en una muestra de superioridad bajó de su caballo e inmediatamente el toro se rindió a sus pies.

Después el matador originario de la ciudad de Aguascalientes, el “Armillita” Fermín Espinoza, mostró una gran calidad en el ruedo lidiando con una gran técnica y precisión, ganándose a la Plaza que ovacionó su nombre mientras de fondo sonó la canción pelea de Gallos haciendo cimbrar todo el inmueble, ¡Viva Aguascalientes! exclamaron todos los presentes, mientras que tras un pasaje y otro se alzó y a sus 2 toros bravos acertó al primer intento, y cortó 3 orejas el más joven de la tarde.

Enseguida Diego Silveti quien a pesar de no acertar a la primera, indultó un toro de 469 kilos regalo de la ganadería Begoña, un toro bravo que embistió sin piedad al originario de Salamanca Guanajuato, quien se creció y pintó la plaza de toros tras un pasaje y otro. Por ultimo indultó el toro y simbólicamente le fue entregado el rabo. Posteriormente los 3 que lidiaron en la monumental Plaza Revolución salieron en hombros no sin antes dar la vuelta de agradecimiento, mientras todos los aficionados a la fiesta brava gritaron sus nombres.