La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reconoció que en el proceso para nombrar a la ministra Norma Lucía Piña Hernández como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) prevaleció la institucionalidad, por lo que consideró que “genera un ánimo de confianza en el quehacer y autonomía del máximo tribunal Constitucional de México”.
El organismo del sector privado resaltó que los ministros alcanzaron, en un ejercicio democrático, un acuerdo que permitió a la ministra Piña Hernández convertirse en la primera mujer en presidir la Suprema Corte.
Anotó que la ministra tiene como retos principales preservar la autonomía del tribunal, la sana división de poderes y el efectivo funcionamiento del sistema de pesos y contrapesos del país.
“Sin duda, la ministra Norma Lucía Piña cuenta con la capacidad técnica, la experiencia y el perfil para poder liderar una institución clave para nuestro país”, dijo.
El organismo dirigido por José Medina Mora Icaza reiteró su disposición de contribuir a la construcción de un país con certeza jurídica y democrática, pues “es un factor clave para que se puedan generar las condiciones para atraer más inversiones, generar empleos y bienestar para las familias”.
“Esta certeza y legalidad requieren que el máximo órgano jurisdiccional del país goce de independencia, libertad y de los perfiles idóneos para tal responsabilidad”, dijo.