Abasolo, Guanajuato.- Desde temprana hora, festejan abasolenses a su santa patrona Nuestra señora de la Luz, traída de Sicilia a Guanajuato desde hace cientos de años, Abasolo es uno de los más devotos pueblos que la acogieron como su protectora y cada año renuevan su fe para pedirle por sus necesidades.
De acuerdo a los estudios sobre el origen de la devoción a Nuestra Señora de la Luz y como lo plasma también el cronista de Abasolo profesor Sergio Martínez en la obra alusiva, fue durante el siglo XVIII durante una etapa de problemas políticos y sociales en la isla de Sicilia que el padre Jesuita Juan Antonio Genovessi buscó la protección de los trabajos apostólicos de la Virgen María e influenciar positivamente a los pecadores.
Cuenta la historia que para ese cometido el padre habló con una religiosa a la que la virgen favorecía con apariciones, pidiéndole que le preguntara como quería ser representada. Por lo que aquella religiosa accediendo le dijo que buscaran a un artista para que pintara la imagen siguiendo las indicaciones que la religiosa le daría al tener comunicación con la Virgen.
Por lo que fue para 1722 que se pintó la Virgen, diez años después el padre Genovessi fue trasladado a la Nueva España y trajo consigo la pintura original de la Virgen Santísima de la Luz, la que regalo a una casa de su Congregación, siendo la ciudad de León Guanajuato donde al poco tiempo se le eleva a Patrona de la Diócesis de ese lugar.
Solo un tiempo después una réplica de ese cuadro llega a la Hacienda de Cuitzeo de los Naranjos donde también es convertida en santa patrona. Para 1886 se creó la pieza esculpida de la virgen Santísima de la Luz y se colocó en un nicho especial que se le construyo en la parte alta del Altar Mayor.
Hoy la fiesta de la Virgen se hace de una forma diferente ante las restricciones por la pandemia del Covid-19.