Irapuato, Guanajuato.- El obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda opinó que la familia es el pilar principal de la educación, en torno al problema de pandillerismo que existe en el municipio y el cual ha cobrado la vida de jóvenes en la ciudad.
“Los jóvenes en parte son el reflejo de lo que los mayores no hemos logrado resolver y que ellos aprenden desde chiquitos muchos ambientes. La que propone los valores es la familia y después de la familia sigue la escuela pero ya la escuela se encuentra sin fundamento lo comparto con los maestros, no hay una colaboración con las familias y ellos se encuentran con las manos atadas y en un terreno pantanoso”, dijo.
Martínez Zepeda al respecto agregó que “La educación no es a base de darles cosas teóricas sino trasmitir ejemplos e incorporar a una vida sana, con esperanza fraterna, etc”.
Asimismo indicó que la solución a toda la violencia que existe tampoco está en las armas, si no en cada persona y los valores que tiene.
“Espero que encontremos una salida, no solo la represión o las armas se necesitan porque también hemos perdido ese término medio de utilizar los medios legítimos que la autoridad tiene para ir todo en ese respeto y en esa convivencia que hemos pactado, acordado, vivido, donde todo mundo tiene derechos y obligaciones”, refirió.
Apenas el pasado viernes 19 de diciembre una balacera entre pandilleros rivales, en la Colonia Benito Juárez, dejó como resultado a un joven de 25 años muerto.
Énfasis
El obispo de Irapuato aplaudió la recién iniciativa de reforma y adición a la Ley del Proceso Penal del Estado de Guanajuato presentada por el alcalde Sixto Zetina Soto, que busca evitar que los delincuentes reincidentes queden libres fácilmente.
“Era necesaria, porque de otra manera se convierte casi en una burla que alguien está reincidiendo y pues si nosotros criticamos a la policía y la policía dice: que caso tiene que yo esté recibiendo críticas continuas si yo atrapo al responsable de infringir la ley, lo entrego y llega allá y váyase usted, y una vez, y otra vez, y otra vez…una vez está bien, dos veces, tres veces pero llega el momento que al reincidir tantas veces entonces si ya no te vas”, expresó.
Sin embargo resaltó “Que tenemos que caer en la cuenta del país en el que vivimos pues es que no estamos en Suecia, Suiza; en un país violentísimo, sin principios, sin morales ni éticos, ni educación ni moralidad, vivimos en poco a poco sálvense quien pueda”.