Irapuato, Guanajuato.
En el marco del 467 aniversario de la Fundación de Irapuato, el Obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda dio un mensaje de esperanza y alegría para abatir las dificultades en la ciudad.
“Siempre trato de dar un mensaje de esperanza, el Papa siempre nos ha dicho que tenemos que tener una mensaje de alegría dentro de las dificultades, uno ya no puede dejarse abatir por las dificultades, por el mal, por la adversidad, siempre tenemos que tener en alto la esperanza y la alegría”.
“Quisiera que los programas que anuncian se pusieran en práctica y fueran adelante, ahí yo veo que aparece un letrero “Vamos a regenerar la imagen urbana” y me duele en la piel el ver que yo no sé por dónde está ese esfuerzo por la imagen urbana, en el aspecto urbano no sé si hay descuido, complicidad; por aquí afuera de nuestra Catedral pues ya llegó la prostitución había tres personas y ya son seis y apenas se había arreglado una calle y ya está en las mismas condiciones y al lado parece que vivimos como en una prisión, necesitamos levantar un poco el ánimo”, señaló Martínez Zepeda.
Apuntó que no sólo debe haber discursos sino que se debe trabajar para que los anhelos por nuestra ciudad se consoliden, “No doy un paso atrás estoy dispuesto que junto con las autoridades nos pongamos de acuerdo cada uno en lo que podamos “:
Por lo anterior su mensaje fue de esperanza y alegría dentro de la adversidad e hizo un llamado a la sociedad en general.
Martínez Zepeda enfatizó que desde hace 10 años de su llegada a Irapuato su colaboración con las autoridades fue “muy decida y franca”, sin embargo con el tiempo se ha ido “malizando”.
“tiene altibajos pero ahí vamos no es posible siempre estar en la cresta, lo importante es no desistir y no doblar las manos, cuando siento que estamos dando signos de doblar las manos no podemos olvidar nuestros ideales o por la comunión de este pueblo, no podemos dar cabida a la dispersión y nos lleva por otros rumbos, por autoestima”.
Sobre la violencia de los últimos días en la ciudad puntualizó es “es un reto de México desde hace por lo menos diez años en la que nosotros estábamos un poco más al margen, ahora que si es el efecto cucaracha, que si es el contagio y pues muchas cosas, no sólo podemos pedir a las autoridades, al Ejército y a la Policía Federal que vengan y por la fuerza entren sino tienen que ser las personas y los corazones”.